Por resumirte un poco, y a sabiendas de que voy a caer en una cierta generalización pues cada productor y zona es un mundo:
La 2014 fue una añada de mayor producción que las tres anteriores. Y eso que granizó a mediados de junio. Lo que he probado en tintos y blancos me ha parecido armonioso. Con acidez y tipicidad.
La 2015 sin embargo, muy encumbrada cuando salió al mercado, me parece de consumo más inmediato. Vinos con más color y alcohol de lo habitual y con una estructura y unos toques golosos propios de años cálidos.
Y por fin la 2016. En abril heló y se perdió la mayor parte de la cosecha, sobre todo en la zona de Chablis. Pasó lo mismo en Champagne o ciertas zonas del Loira. No hay casi producción. Aún así, todo lo que he probado me ha gustado muchísimo.
Espero haberte ayudado. Un abrazo y suerte en tu viaje.
Por cierto, Berthet-Bondet a mí no me encanta, me parece que está varios escalones por debajo de los grandes.