Sí, Otilio, fue muy interesante. Ese es el punto de controversia al que me refería. Esa grasa amarilla da notas de frutos secos, de avellana o nuez un poquito rancia, cuando es buena. A mí me gusta, tiene un punto de intensidad, pero no a todo el mundo. Cuando tiene notas de humedad o la oxidación es excesiva, la cosa cambia y ya no es agradable. Por eso había dos grupos, los que prefirieron el buey y los de la vaca, entre los que estaba yo. Por contra, el buey era muy meloso, tenía muy buen "marmoléo" y la textura era todavía mejor. En todo caso, unas carnes excelentes y bastante diferentes.
Saludos.