Gracias Gabriel,según lo cuentas, lo veo.
Todavía me acuerdo del cucurucho de aparentes patatas frita que compré en un cine de verano en Linares, y lo que menos había eran patatas. Por lo memos había sesos rebozados. Sin luz, era una aventura cada vez que metía la mano en el cucurucho.
Otro apunte y perdóname, ¿no crees que el aumento de consumo de la casquería esté provocado por el aumento de procedentes de otras culturas?
Un abrazo.