Como siempre,....uno no se puede cansar de beber vino blanco. Los tintos si pueden llegar a cansar. Seguramente visitaré la bodega en un futuro próximo, y creo que merecerá la pena hablar con Don Esteva.El Rocallís me pareció tan especial, que todavía lo tengo grabado en mente a fuego. Gracias por tus palabras Josep.