Leo en varios comentarios la misma tónica en referencia al vino: "la carta de vinos es tan inmesa que pedimos recomendación al sumiller, que nos recomienda un vino extremeño". Lo he he leído así en muchos comentarios, con pequeñas variaciones. Da la sensación de que la carta de vinos de 400 páginas no es sino un parapeto que nadie lee (ni tiene tiempo pues comería a las 6 de la tarde) y que sirve de excusa para que el sumiller sirva lo que le de la gana, todos casualmente, vinos extremeños. Que me parece genial el fomento del producto local, cosa que siempre es de agradecer porque, efectivamente, Aalto lo puedes beber en cualquier sitio, lo qué no sé es por qué tienen entonces una carta de 400 páginas...
Y mucho respeto por los vinos extremeños (aunque salvo excepciones no me han gustado demasiado) pero para pagar 40 euros por un chardonnay yo me voy a sus orígenes.