Repetimos hace un par de semanas, tentados por el sol de noviembre. En este caso el restaurante estaba casi vacío y con un menú muy similar, comimos mejor.
En cuanto al vino, esta vez sí tuve una copa de vino de verdad. Eso sí, me trajeron el vino abierto (Casal de Armán), aunque no tengo duda de que el vino estaba perfecto. Siempre me pasa algo con ellos, tendré que probar una tercera, a ver si es la vencida ;)