No dudo de que has disfrutado y mucho. Pero fíjate que no me resulta demasiado atractivo lo que veo. Como bien dices no entiendo ese plato de langosta y tampoco veo demasiada lógica en la compañía de la carne. Pero evidentemente el desconocimiento hace que nos hagamos un tanto ignorantes. Yo, al menos, lo tengo asumido.
Pues envidia cochina, pero de las gordas. Espero que si vienes a Bilbo no sólo avises al grandullón.... vamos.
A ver si nos prodigamos más en este estupendo blog que últimamente dejas mucho que desear. Un abrazo.