Enhorabuena por tu magnífica crónica. Reflejas muy bien la esencia de esta cocina.
Coincidimos plenamente contigo en que han conseguido algo extremadamente difícil: tener un equipo de tal calidad que aunque no esté ni Ricard ni David, se preste un servicio perfecto. Estas son las cosas que hablan sobre la madurez de un establecimiento. RC es un ejemplo que siempre ponemos cuando hablamos con otros profesionales de la hostelería sobre el tema de si siempre ha de estar el chef en sala. Obviamente a todos nos alegra ver a un chef o sommelier de renombre cuando visitamos su restaurante, pero es clave disponer de un equipo que pueda mantener el rumbo en las ausencias puntuales.
Un saludo,
SILvia y ANtonio