Era como oler agua embotellada. Habría que patentar el método antiaromas de este vino para aplicarlo a tantos que aburren y se vienen abajo por sobremaduración. Y de paso, que anulen el sabor. Vino sin vino!! Sería el sueño de muchos. Y seguro que se vendería a precio prohibitivo: la experiencia vinícola definitiva. Un saludo!!