Qué grandes reflexiones haces siempre, Arrutzi. Siento lo mismo al compararlas ahora. En mi caso, me puse muy contento cuando adquirí la botella y al consultar me encontre con tu cata vibrante. Me hicieron palmas las orejas. Pero este vino sencillamente no me ha sentado ni bien, y te hablo de dos días. Me refiero a la cabeza y estómago, ojo.
Valoro, e incluso pondero como nadie los tintos jóvenes, sencillos, frescos... bueno, tu ya lo sabes. Y no puedo dejar pasar por ello otros que por el mismo coste o incluso menos, me han dado la hostia en bicicleta.
Yo sí que aprendo de ti, no jodas.
Un abrazo