Han tenido un buen maestro.
Los míos, especialmente al "niño", 33 añitos tiene la criatura, desde muy pequeño le ha gustado la buena comida, recuerdo una ocasión con tres años, en la que se quejó a la directora de la guardería por lo insulsa de la comida.
La niña tira más por alimentación sana, pero sin despreciar un buen restaurante gastronómico.