Qué ganas tenía de leer tu crónica!
He disfrutado como un chico pequeño, he leído tu post con deleite y despacito, recreándome y recordando.
Me ha encantado ese modo de narrar que sabes que a mi también me gusta, apoyándote en conversaciones. Además has elegido las buenas (coman morcillo que es lo mejor, la oreja que se enfría, el tomate que es muy bueno...) jajaja
Y los "toristas"! Esos quedarán para siempre en nuestra memoria.
Es el viaje de los toristas, el triptófano y el "dale Antonio, dale".
Un abrazo
Aurelio