La verdad es que ha sido toda una experiencia, si el año pasado me quede un poco mal, por no ir a las catas que quería, al final salí de Mustiguillo dando saltos. Este año Carraovejas y Ossian han sido muy grandes. Magnificas las intervenciones, por las ganas y el entusiasmo, los vinos increíbles, no puedo poner ni un pero, y como broche o colofón el fin de cata en el que nos juntamos unos pocos con Ismael, recatando sus vinos, que fue de lo mejor, luego se unieron Pedro y Almudena, como resultado, nos echaron de la sala. Una pasada y un placer disfrutar con perspectiva de estos dos proyectos y de sus gentes, un saludo.