Pues lo que parecía un almuerzo solitario se convirtió en una muy buena comida. Da gusto encontrar sitios así donde entienden tus gustos con respecto al vino.
Da gracias a Dios por ese estómago que Dios os dio a los Gómez-Miranda, que sino no habrías podido seguir disfrutando de comidas ;-)
Saludos.