Yo creo que Ricard en la salida de cocina, también en este punto, está rozando la perfección: no sale a hacer paseillo y saludar desde los medios, contacta con el cliente, aprecia algún comentario, ayuda a servir como uno más, controla los platos de la sala y como van las mesas... y todo ello sin que aparentemente se note.
No entra en el tema de vinos porque para eso tiene un crak en la sala y porque además solo toma Coca-cola. Ver para creer.