Lo malo del caso es que me ha salido "formal" y me reprime cuando empiezo con mis transgresiones.
El dia que en el "mejor restaurante del mundo mundial", empecé a fotografiar con el IPhone, la mosca que se encariñó con nuestra mesa (y que publiqué en mi blog, sin desvelar el lugar), casi me requisa el IPhone, ante el estupor de las mesas vecinas.
Pero alguna cosa me permite o le enredo... que el diablo sabe más por viejo que por diablo..