Excelente crónica Mara.
Una pena lo vivido. Cuando vas a un restaurante, independientemente de la categoría del mismo, la sensación debe ser de felicidad, vas a disfrutar, relajarte, ser bien atendido, sentirte el protagonista, y más aún en El Celler de Can Roca, el mejor restaurante del mundo. Aquí ha fallado casi todo, lo que se presumía una excelente velada se convierte en cabreo y malestar.
Lamento que no haya sido una experiencia 10. Yo tengo reserva en agosto y ojalá no me vuelva con la misma sensación.
Eres muy modesta cuando relatas que sois aficionados, lo has descrito TODO a la perfección y espero que tomen nota los del Celler para que no se vuelva a repetir una experiencia como esta.
Y para finalizar, darte la enhorabuena por la magnífica crítica que has hecho. Algunos de los que poner a caer de un burro a restaurantes sin el mas mínimo razonamiento, deberían aprender de ti y no pretender justificar lo injustificable a base de improperios.
Saludos.