Que gusto da cuando uno se encuentra sitios así y si además lo haces sin buscarlo ya ni te cuento.
La carne, algo que parece tan sencillo pero difícil que te deje recuerdo sublime, me alegro del acierto. Eso sí, espero y estoy seguro que el restaurante tendrá tan sólo un día de cada mil donde no acierte, es decir, lo contrario que tú en el baloncesto.