Eso está hecho:
Éramos 4 comensales y pedimos 4 menús degustación y 2 botellas de Doña Beatriz verdejo. La verdad es que la carta de vinos era bastante "ajustada" (si prefieres que le llame así) ya que tan sólo se podía elegir entre 2 vinos blancos (los 2 verdejo). El menú degustación consistía, si no recuerdo mal, en 5 platos y 1 postre. La calidad de los platos dejaba mucho que desear, típica cocina oriental de restaurante franquicia (ojo, también los hay en los que se come bien): Dim sums (blandos, recocidos, insípidos), rollos de primavera (lo más pasable), alitas de pollo (frías e insulsas), tallarines (recalentados, recocidos, pastosos), mini hamburguesa (fría, anodina, para salir del paso). Del postre ni me acuerdo porque claro, como había comido tanto, se me quitó el hambre y ni los probé. En cuanto al servicio, llevábamos 25 minutos esperando y ni siquiera nos habían tomado nota de las bebidas (el personal parecía eficiente, pero había una clara escasez del mismo). El servicio del vino? Botella helada, sin que nos diesen opción a probarla (cuando nos dimos cuenta uno de nosotros tenía la copa a punto de rebosar).
Para mí, existe diferencia entre comida "ajustada" y "muy mediocre" y más teniendo en cuenta que, en teoría, era una cena de 44 € por barba (me acogí a vuestra oferta del 50%) de manera que creo que incluso he sido generoso. Lo de que después de comer se te quita el hambre, está muy bien como chiste, pero créeme, fue otro el motivo.
Espero acertar con la próxima.
Un saludo.