El año pasado por estas fechas tuve la suerte de conocer a Rafael y sus vinos en la nariz de oro de Valencia.
Estuvimos bastante tiempo charlando y probando todos sus vinos.
La verdad que me impresiono el amor con que habla de sus "hijos".
Recuerdo que me gustó el tempranillo blanco, pero sobretodo el 4 varietales y en menor medida el maturana. Pero todos en un nivel altísimo.
Ah, y el dulce de podredumbre también me gustó, y nos explicó como lo hacian, dejando que se botrytizaran unas cuantas cepas cerca de un riachuelo, creo recordar.
Gran bodega y gran hombre, si señor!