Tampoco quería enrollarme mucho con el tema vinos, pero bueno, ya que insistís...
Esta claro que el vino que mas gustó fue el Raventós i Blanc Gran Reserva de la Finca, un cava fresco y afrutado, con lo que el siguiente cava, Agustí Torelló Brut Nature Gran Reserva 06, salió peor parado, de corte mas maduro, donde las notas ahumadas predominaban.
En cuanto a los blancos, el Guitian Godello sobre lías no hizo mucha gracia, el Casona Micaela 2011 gustó bastante, los blancos de la tierruca están mejorando añada tras añada y el riesling básico de Maximin Grünhaüser 2009, no desmereció, con cierto toque dulce en boca
Los tintos fueron Taberner 2006 un convincente syrah gaditano y Cueva los Secos 2004, pensamos que la botella no estaba en óptimas condiciones o su evolución había sido muy mala.
Los dulces fueron 3, La Rebelión del Ciruelo, una rareza este dulce de mencía, que elaboran en la bodega Demencia y del que apenas se han embotellado 100 unidades, con un buen contraste entre dulzura y acidez, gustó mucho. Y luego pasamos directamente a los moscateles navarros, Ochoa y Gran Feudo de Chivite, mucho mas rico el primero, pero sin desmerecer al segundo.
En definitiva, una buena selección, bien variada para una excelente comida.