Este vino obra de Félix Martinez de Vera de Estenas, es el resultado de un sabio hacer. Félix borda este Bobal 100% en el corazón de la Do Utiel Requena.
El vino se presenta con un color cereza picota madura con alta capa.
En nariz ya muestra toda su complejidad e intensidad, bouquet compuesto de frutas maduras, cerezas, ciruelas, con detalles balsámicos, tostados y vainillas.
El ataque en boca es sabroso, envolvente, potente. Sus taninos son maduros. El vino persiste, sigue transmitiendo sensaciones. Inmediatamente nos invita a seguir bebiendo. Flavor complejo y rico. Van de la mano la fruta y la barrica, marcando el paso. Se despide potente, sabroso y equilibrado y se mantiene para que sigamos disfrutando, un poco más.

Singular finca, estilo chateaux en tierras de Requena, su visita me impregnó de recuerdos a terruños únicos, características edafologicas (suelos y composición del sustrato) como los de Borgoña.

Es un vino de finca o de pago, como lo querais llamar, de características excepcionales.

De color rojo granate bien cubierto, oscuro, de capa alta.

Se necesita decantar para apreciar su explendor, pero se comporta bien su desarrollo en copa, apreciando y disfrutando su apertura, minuto a minuto.

Agraciadas notas de ciruelas, grosellas negras, en confitura además de ligeros balsámicos son destacables en nariz, muy buena integración con la madera, apenas se notan unos ligeros ahumados, y tostados.

En boca su comportamiento inicial es más especiado, de tanino leñoso, con mucha extracción y concentración, fruto de la sabiduría de las cepas viejas, pero su desarrollo es suave, penetrante, carnoso, amplio, sabroso, dotado de frescura y elevada acidez, y poco a poco va dando paso a una textura más sedosa, con gracia, de sabor a estofado de carne, cueros, vainillas, torrefactos con un final chocolateado y sabroso.

Es un gran vino, de los pocos entre los grandes de la Bobal.