En línea con el comentario de cata anterior, que suscribo en líneas generales, el vino estaba tímido en nariz pero fué abriéndose.
El mayor pero lo pongo en los sabores: un cierto verdor no molesto, predominancia de la acidez del vino y falta de potencia, cuerpo e intensidad acordes con esa acidez.
Aunque el vino tiene largura, con paso de boca agradable, la persistencia tal vez no deberíamos tenerla en cuenta porque es ácida y esto sería, creo yo, un demérito.
Concretando algo más, diría que el vino tiene un corte menos clásico que otros reservas de su categoría y que aguantará perfectamente más botella, sin peligro para el corcho que es de muy buena calidad y se mantenía impoluto. Eso sí, tal vez decepciona su falta de intensidad aromática y de fruta, además de lo ya comentado.
Por otro lado, yo este vino lo he adquirido a 4,75 € en una gran superficie cuando lo habitual es situarlo en la banda de 15-20€. A menos de 5€ es una ganga, sobretodo para los negocios de hostelería.
Además sospecho que una marca no se sostiene con estos precios por lo que tal vez se trate de una bodega con graves problemas económicos, hecho éste que me ha sido referido por uno de los usuarios de la web.

Vino que fué pionero en La Rioja de la mano de Miguel Angel De Gregorio. Está encerrado en botella bordelesa etiquetada clasicamente.
A la vista rojo picota de media capa, limpio, brillante, menisco de igual color, lágrima fina que se desliza en la copa con rapidez.
En nariz es frutoso, frutas del bosque madura, arándanos, canela, notas de cacao,algo de sotobosque, madera bién integrada.
En boca tiene cierta elegancia, fino, algo de verdor, agraz, acidez, madera imperceptible y elegante, taninos domados e integrados. En el paso de boca no me dá la corpulencia que me esperaba, pero es muy largo. La permanencia en boca es de 3,30. Noto un desequilibrio entre la fruta que es madura y el sotobosque y la acidez que percibo en la boca.