La Humildad de Humilitat 2008 es y debe ser un canto al Sumiller

La Humildad de este vino es y debe ser un canto al Sumiller, quién no sólo lo defiende sino que debe entenderlo. El problema de la sala es preponderante, la norma hoy día es que el Sumiller formado y en plena y exclusiva actividad de su oficio está limitado a grandísimos restaurantes, por norma estrellados (entiéndase michelines). Y claro muchos de ellos tienen el síndrome del éxito, y de seguir así morirán de éxito manteniendo un abismo entre el Sumiller y el comensal, al cual no sólo debe aconsejar, si no dirigir desde el conocimiento y en el más profundo respeto hacia quién paga.

Fácilmente podríamos compararlo con los futbolistas de élite (se creen y se sienten Dioses) y por el trato dispensado en sus nóminas y por la gente, razón no les falta, aunque este nivel de gratitud es contrarrestado por el alto nivel de exigencias al que se ven sometido. El Sumiller adquiere el mismo nivel de responsabilidad aunque nada comparable en nómina y reconocimiento, porque la prensa, televisión y la grandeza real de Adriá han eclipsado a la sala cediéndole un total y exagerado protagonista a los cocineros, de seguir así pronto será una de otras muchas profesiones donde el paro (a pesar de ser un país que vive y se desvive por el turismo) esté vinculado a esta profesión. Desde las escuelas de hostelería avisan y gritan que los aspirante a una de las plazas ofertadas carecen de HUMILDAD gracias a tantos TopChef, MasterChef y estrellas Michelín, olvidándose que la cocina es otra cosa, así las solicitudes para cocina se multiplican por 10 respecto a la de sala, una total aberración que ni las alertas desde la base, son capaces de parar la agresividad comercial del mundo televisivo.

Gran parte de los culpables son los que se sienten y dicen ser maestros de los "mejores" sumilleres y se jactan en promulgar que ellos no son sumilleres ¡desde cuándo un aficionado a la medicina por muchos conocimientos que posea, puede dar clases y cátedra sobre medicina a futuros médicos! Pues esto está ocurriendo en la Sumillería, olvidándonos que hoy día la profesión de un Sumiller no se delimita al ejercicio en sala, siendo mucho más que ese concepto histórico y ancestral.

El Vino... Excelente añada, por su corta crianza entendía que ya no estuviera en forma, si no más bien en declive, pero no, grande, su evolución ha sido magistral, una garnacha muy placentera cargada de notas especiadas y de matorral bajo, balsámico y plena madurez frutal. En boca se desenvuelve como la seda, sutíl y largo ¡pena penita que no tenga más botellas del 2008 entre mis vitrinas!