La Humildad de este vino es y debe ser un canto al Sumiller, quién no sólo lo defiende sino que debe entenderlo. El problema de la sala es preponderante, la norma hoy día es que el Sumiller formado y en plena y exclusiva actividad de su oficio está limitado a grandísimos restaurantes, por norma estrellados (entiéndase michelines). Y claro muchos de ellos tienen el síndrome del éxito, y de seguir así morirán de éxito manteniendo un abismo entre el Sumiller y el comensal, al cual no sólo debe aconsejar, si no dirigir desde el conocimiento y en el más profundo respeto hacia quién paga.

Fácilmente podríamos compararlo con los futbolistas de élite (se creen y se sienten Dioses) y por el trato dispensado en sus nóminas y por la gente, razón no les falta, aunque este nivel de gratitud es contrarrestado por el alto nivel de exigencias al que se ven sometido. El Sumiller adquiere el mismo nivel de responsabilidad aunque nada comparable en nómina y reconocimiento, porque la prensa, televisión y la grandeza real de Adriá han eclipsado a la sala cediéndole un total y exagerado protagonista a los cocineros, de seguir así pronto será una de otras muchas profesiones donde el paro (a pesar de ser un país que vive y se desvive por el turismo) esté vinculado a esta profesión. Desde las escuelas de hostelería avisan y gritan que los aspirante a una de las plazas ofertadas carecen de HUMILDAD gracias a tantos TopChef, MasterChef y estrellas Michelín, olvidándose que la cocina es otra cosa, así las solicitudes para cocina se multiplican por 10 respecto a la de sala, una total aberración que ni las alertas desde la base, son capaces de parar la agresividad comercial del mundo televisivo.

Gran parte de los culpables son los que se sienten y dicen ser maestros de los "mejores" sumilleres y se jactan en promulgar que ellos no son sumilleres ¡desde cuándo un aficionado a la medicina por muchos conocimientos que posea, puede dar clases y cátedra sobre medicina a futuros médicos! Pues esto está ocurriendo en la Sumillería, olvidándonos que hoy día la profesión de un Sumiller no se delimita al ejercicio en sala, siendo mucho más que ese concepto histórico y ancestral.

El Vino... Excelente añada, por su corta crianza entendía que ya no estuviera en forma, si no más bien en declive, pero no, grande, su evolución ha sido magistral, una garnacha muy placentera cargada de notas especiadas y de matorral bajo, balsámico y plena madurez frutal. En boca se desenvuelve como la seda, sutíl y largo ¡pena penita que no tenga más botellas del 2008 entre mis vitrinas!

Esta es mi primera participación en la sección vino de Verema.... Adquirí este vino a través del envío mensual de Vila Viniteca del mes de enero de 2011. Aprovecho para este post, alguno de los datos incluidos en el propio envío, añadiendo mi punto de vista.

Se trata de un Priorat muy accesible de precio, producido por sommeliers Christophe Brunet y Franck Massard, con la idea de elaborar vinos del Priorat frescos, elegantes y que sean un claro reflejo de su tierra. Provienen de viñedos de cuatro municipios: El Molar, Gratallops, Porrera y Poboleda. Las fincas de Gratallops y El Molar confieren al vino la parte más amable y suave, mientras que las de Porrera y Poboleda-las zonas más frías-aportan un gran carácter mineral y potencial de envejecimiento. Toda la viticultura es biológica o sostenible y la edad de las viñas oscila entre los 10 y los 100 años.

Hecho con 60% garnacha y 40% cariñena, una parte del vino (el 30%) se ha criado en barricas de roble francés de tostado medio, la mitad de ellas nuevas.

Muestra color granate de intensidad media y con reflejos rubí.

En nariz es intenso, con multitud de frutas rojas y negras, ciruelas confitadas, regaliz y vainilla.

En boca tiene una entrada amable que se va intensificando y estructurando con sensaciones frescas y taninos agradables. Sabroso y sedoso.

Tiene 14,5% en alcohol y su coste en Vila Viniteca, está actualmente a 9,95 €. Teniendo en cuenta que se trata de un priorato, su RQP nos pareció muy buena. No es un vino para guardar (el tapón de rosca ya da pistas), pero si una buena opción a tener en cuenta si queremos un vino de coste limitado.

Ricard Sampere
www.vinscat.cat

Compré esta botella en Gratallops por la curiosidad de quien lo hacía y por'atreverse' a poner tapón de rosca. El vino lo abrí hace unos días y coincido con las catas anteriores en cuanto a esa nariz típica de Priorat, fragante y muy mediterranea, pero sinceramente, en boca me defraudó un poco, ya que si bien tiene buen peso de fruta, frescura y agilidad, lo noté ciertamente cálido, más allá de los 14,5% 'oficiales' que pone en etiqueta.

Nos adentramos en el segundo vino de esta bodega tras su primera añada de Huellas en 2005, un micro proyecto repleto de ilusión y enorme trato en su elaboración por los dos jóvenes sumilleres franceses. Aparecen notas de fruta roja envuelto en sensaciones especiadas asiáticas (sándalo y vaina de vainilla) culminando con regaliz sobre un fondo balsámico y salino. Muy fresco, sedoso y un paso balsámico. Explosión de fruta roja madura y musgo en su final.

Destaca por... nos muestra el Priorat sin complicaciones, listo para disfrutar.

El momento... Un vino amigable y tremendamente fácil de beber no por ello exquisito y consistente solicitara aquella reunión entorno a una grata charla con aperitivos desenfadados.

Picota de capa alta. De aromas de buena intesidad de predominio frutal y con recuerdos especiados y notas minerales.
En boca resulta fresco, sabroso, ágil, con una notable fruta y un buen recorrido, fácil de beber. Persistencia moderada de corte frutal y especiado.

Catado en dos dias alternativos, me a parecido mejor el segundo dia. Como curiosidad es el primer Priorat con tapon de rosca que veo en el mercado.
En nariz es de intensidad media, lo mas destacado es la fruta (ciruelas) y las especias dulces ( canela), recuerdos de azucar tostada y mineralidad.
En boca es suave, facil de tomar,es sabroso, la acidez algo justa, fresco, y como en nariz destacan la fruta y los especiados, tiene un final cortito.
Es un vino muy sincero tanto en nariz como en boca.

vino realizado por Christophe Brunet y Franck Massard (vinoamoryfantasia.com)
Presentado con tapón de rosca.
-de color cereza rojiza, capa media, más claro de lo habitual por esas zonas.
-de nariz moderada,fresca y con la madera asomándose plácidamente. Gana la roja a la negra, ajustadamente madura, elegante.Deje licoroso muy bueno y discreto en la intensidad. Sutileza. Especiados silenciosos.
-de boca aterciopelada, golosidad algo tímida y hasta atlántica. Llama la atención una llicorella fresca. Los 14,5% no aparecen por ningún lado, y eso es muy bueno. creo que es un vino muy próximo al concepto "vino natural".
os ha quedado Bien
unos 11€