Rojo rubí, ribetes rojizos, capa media.
No es muy intenso en nariz y muestra toques demasiado maduros e incluso terciarios para su todavía juventud. Frutas licorosas, especias, tabaco de pipa, algunos tonos herbáceos y ahumados además de un ligero recuerdo de ahumados y tostados forman una paleta compleja, pero algo apagada de expresión frutal y floral.
En boca muestra estructura y maneras, pero una acidez mucho menos presente que en otras añadas le penaliza ligeramente. Es redondo y agradable en el paso y nos deja su sello de frutas maduras y tonos herbáceos en el final con un tanino ya bastante pulido y una buena persistencia. No sé si evolucionará mucho más.
Hay que tener cuidado con este tipo de añadas cálidas pues hay una cierta irregularidad en los vinos, alternando algunos excelentes con otros no tanto. Este es uno de ellos, quizá el elaborador no supo interpretar bien la añada. En cualquier caso, un Barolo maduro y elegante, fácil incluso de beber. Unos 70 euros, creo que esta añada no merece la pena.