Han transcurrido más de 4 años desde que colgué mi primera cata de este vino. Vino encerrado en botella bordelesa y vestido con una etiqueta sencilla y de diseño moderno.
A la vista se manifiesta limpio, brillante de capa media alta y de color rubí. Buena y densa lágrima que se desliza con lentitud por la copa. Menisco con notas tejas.
En nariz frutas negras maduras y en sazón, arándanos, mayuetas, madera bién integrada. Terciarios, cacaos, vainillas,
En boca está muy elegante, frutoso, fino, aterciopelado, balsámico, equilibrado, chocolate, cacaos, mineral,taninos domados, tizas, madera muy bién integrada, todavía con una elegante acidez que te invita a beber. Buén paso de boca y es muy largo. Me dá una permanencia en boca de 3,15 minutos. Todavía vivirá algún que otro año, dos o tres más. Le seguiremos disfrutando.

Vino commemorativo del centenario de la Bodega. Producción limitada a 4.224 bot de 3/4. Hacía 6 meses que no tomaba este vino y cada día que pasa está mejor.
Color rojo picota subido, nada de teja en el menisco de la copa. Nariz con mucha fruta y elegante madera, destacando más la francesa, moras, arándanos, con un toque de chocolate negro y cuero, vainilla y un lejano toque de ciruelas pasas.
En boca está elegante, sedoso, envolvente con un gran retrogusto y una permanencia en boca de 2 minutos. Una demostración de que con la prieto picudo a parte de grandes rosados, se pueden elaborar buenos tintos.