Amarillo oro pálido.
Aromas a fósforo, melocotón en almibar, finísimo fondo de hidrocarburo. Un auslese increible que con 30 años está jovencísimo y al que puede que le quede bastante vida aun por delante.
Prueba fehaciente de que a los auslese en general y a los vinos de Prüm en particular hay que esperarlos, pero merece la pena.
30 años con juventud. Fósforo, placer. Disfrute. Impresionante. En este caso...para mi AUSLESE (con mayúsculas).
A veces, la vida puede ser maravillosa.
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