Vista: amarillo con reflejos verdosos.
Nariz: notas tostadas, lichi, uvas dulces y algo de alcohol
Boca: entrada agradable, algo cítrica acidez y dulzor equilibrado.

Probado con un helado de melón sobre una gelatina de riesling.

Comentario

Me ha sorprendido este dulce de la casa Oliver Conti, una bodega de personalidad, que derrocha pasión en sus elaboraciones y como prueba este dulce, que nos aporta complejidad, frescura y elegancia.

Cata

En nariz muestra un extenso abanico floral, con aportes cítricos que se repetirán en boca, notas que elevan la densidad de estos vinos, gracias a los recuerdos de limón frescos, donde conjugan a la perfección con las notas de menzanilla y te rojo. En boca es puro placer con una retronasal donde aparecen las notas de crema de pastelería y caramelo quemado que combinan a la perfección con los apuntes de pistacho y chocolate "al estilo Nerva" que aparecen en nariz. El conjunto olfativo lo cierran unas frescas y ácidas sensaciones de nísperos frescos.