Uno de los mejores vinos que he probado, y aún le queda tiempo para domarse y pulirse correctamente...

La estructura y contundencia impresionantes de este vino unido a una grandísima carga frutal asoman de inmediato cuando se vierte de la pipa al catavinos... Una auténtica delicia de pruebas realizadas directamente de la barrica durante nuestra visita a las bodegas de Antony Terryn, un Vigneron francés de 35 años que cuida cada detelle del proceso de elaboración de sus vinos así como del proceso de maduración de las uvas en sus pequeños pagos de más de 45 años de antigüedad.

Fascinante, de veras.