Si son blancos, deja que te tapen el bosque.

Irán cayendo árboles, pero se llega rápido a una conclusión, y es que es mucho tinto para el verano, por lo que retardaré su continuación. Le presté menos atención que la otra vez, pero porque basicamente está igual. Aunque su momento sigo pensando que es éste, así estará y así me esperará.
Picota cubierto.
Nariz madura, fruta negra, moras y ciruelas, con presencia de un hollejo grueso, amargoso, con tostados del roble y brea, fondo de laurel, profundidad y también elegancia.
Corpóreo, tostado, maduro, con tanino integrado pero aún poderoso, postgusto largo y muy rico.
Un gran vino.

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