Vista. color rojo ocre, con tonos teja, muy oxidado y con precipitaciones. en nariz toque de acidez acetico, aunque el corcho estaba en buenas condiciones. En boca flojo picante y mal estucturado... flojo..

En esta ocasión se presentó con color cereza oscuro.
En nariz es muy intenso, con notas de ciruelas maduras, moras, resulta cremoso, con notas de vainilla, chocolate marcado, ahumados y tostados cremosos.
En boca los taninos están presentes pero ya bastante pulidos, es muy largo, carnoso, llena la boca, de nuevo aparece la ciruela y la cremosidad y los tostados.
Es un vino equilibrado, disfrutable, mucho más fácil de beber que la anterior botella.
En boca la fruta se muestra con menos intensidad que en nariz para estar conjuntada con la cremosidad. Sus 14% están muy integrados.En resumen, a estas alturas a cambiado mucho y se trata de un vino muy interesante, recomendable y el cuál me ha sorprendido por su giro respecto a la botella abierta el pasado verano encontrándome un estupendo vino con el que he disfrutado.

Según reza la botella los viñedos están a 1100 metros de altitud en la ladera norte de Sierra Nevada y se han elaborado sólo 19000 botellas.
El vino presentó color picota de capa media con borde granate con irisaciones cobrizas.
En nariz es muy frutal, en concreto fruta negra madura, presenta cremosidad sobre todo notas de cacao. Posee tostados suaves y notas a hollejo de uva, mucha uva. Ligeramente espirituoso. Aromas a pasificación.
En boca los taninos están presentes de forma interesante, son largos y sabrosos. De nuevo intensidad de la fruta madura. Es muy largo. De nuevo ligeramente espirituoso y de nuevo la pasificación. Es muy denso y aparece otra vez la cremosidad del cacao junto con especias.
Es realmente distinto e interesante. Recuerda a los Amarones italianos y ya queda como uno de los vinos españoles más distintos que he probado.