Opiniones de La Plazuela
OPINIONES
7

Esa noche catamos un AaltoPS y un Numanthia a ciegas ademas de otros y este, personalmente, gano con diferencia a los demas. Una sorpresa superagradable, un vinazo tremendo, en todas sus dimensiones. En presencia en copa, en nariz y sobre todo en boca. Picota de capa muy alta, ribete granatoso. Nariz potentisima pero mezclando elegancia y registros de calidad. Aromas de especias, tierra, clavo, tabaco, maderas, pieles, encurtidos, fruta, de todo, guindas al marrasquino segun Marta y tenia razon.
En boca es superpotente, repite las notas de la nariz, es carnoso, masticable, achocolatado, me ha encantado.

Color rojo cereza intenso con ribete granatoso. Capa media-alta.
En nariz destacan inicialmente su notas ahumadas, a tabaco ingles y toques de humo por delante de unas finas notas a confituras de moras negras. Su fondo resulta balsámico, con notas de tierra humeda, pedernal y apuntes minerales. Su nariz resulta en conjunto franca e intensa. Finalmente en boca destaca por su buen ataque, su amplitud y su buena acidez. Nos encontramos ante un vino muy equilibrado donde se conjugan perfectamente las notas de una buena crianza (ahumados, chocolates, madera de cedro y tabaco en pipa) con una elegante fruta madura y con unos taninos golosos y maduros desarrollando un excelente bouquet. Final largo con recuerdos a terciarios. Complejo.
PVP aprox. 31€

Picota muy cubierta con menisco cardenalicio. Capa muy alta.
Fastuosa nariz, compleja e intensa. Debutan las trufas y el bosque umbrío, quienes son relevados por los frutillos del bosque, el café, los ahumados, la pimienta, el cuero, el anís, los balsámicos...
En boca...si le escuchas con atención le llegas a oir.
Habla alto y claro, y habla de la austeridad y franqueza del pueblo manchego, de los "bolos" fronterizos. De su rotundidad. De su desdén por las medias tintas.
Te habla de su agricultor, de cómo mimó los racimos.
Te habla con dulzura de una merienda a base de ciruelas negras muy maduras tras una dura tarde de faena.
Te habla de cómo mascaba sin cesar regaliz de palo mientras podaba, para mitigar el dolor que sentía cuando sacrificaba a unos para enaltecer a otros.
Te habla de sus noviazgos con queseras de la tierra, y alguna frivolidad con francesas.
Te habla. Te habla y te habla sin cesar.
Y después de que haya callado, lo sigues escuchando, tiempo y tiempo...
Y no puedes sino sonreir ante ese maravilloso recuerdo.

De intenso color, y densa extructura, este vino vuelve a sorprenderme por su complejidad y transfondo. La garnacha le proporciona notas armoniosas en sus taninos, y la cencibel estructura y elegancia. En nariz se respira notas terruñas y continetales. De paso largo y salvaje, ya que es un vino todavía muy joven para ser degustado. Lo veo mas lonjevo que su hermano 2002. Esta bodega vuelve a sorprenderme en su delicada elaboración. Su compleja estructura le da una personalidad muy auténtica.

Rojo rubí oscuro con ribetes rojizos, capa media-alta.
En nariz y tras una buena aireación se muestra intenso y poderoso. Los aromas son muy “tempranillo” con predominancia de frutas del bosque, especias como pimienta negra, ahumados, torrefactos y chocolate. Con más aire aparecen registros de maderas nobles, caja de puros y tabaco de pipa. Una nariz expresiva y compleja, pero de corte muy moderno y quizá algo falta de personalidad y profundidad.
En boca resulta potente, pleno y concentrado. Tiene una correcta acidez para su zona de procedencia, un paso firme y poderoso y un final largo y amplio, que deja recuerdos de frutos negros y especias. Termina con una ligera tanicidad muy bien integrada. Es persistente y de corte cálido. Se bebe muy bien y resulta convincente. Le queda recorrido en botella.
Excelente vino. Sin duda marca un nuevo patrón de calidad en La Mancha, siendo el mejor vino de dicha zona que he probado hasta el momento. Acompañó a la perfección a un chuletón de vaca mayor recién “importado” de Cantabria. Precio 27 euros, no es caro teniendo en cuenta su calidad y condición de “vino top” manchego.

Rojo picota cubierto. Aroma complejo, maderas finas, regaliz, balsámicos y algo de chocolate. En boca es redondo, goloso, taninos firmes bien integrados, con volumen, largo. Me ha encantado, de los mejores vinos que he probado de 2004, una auténtica gozada. Tomado en restaurante sin decantar.

Cubierto en una tonalidad apicotada de capa alta y ribete granate.
Nariz fina y elegante dentro de un corte de vino moderno, con mucha complejidad, personalidad e intensidad, inicia mostrando aromas de maderas (muy integrada)aromáticas cedro, especias (pimienta blanca, clavo) raices de regaliz, sensación de cajón de puros, también nos da piel nueva, tierra húmeda (arcilla, sotobosque) con la frescura de unos balsámicos de calidad con recuerdos de menta con un fondo de chocolate(after eight) pero muy fino, poco a poco va dando espacio a la fruta: frutillos rojos y negros de baya pequeña con buena madurez y un punto de frescura (cassis (puntito licoroso), arandanos, cerezas)
En boca también se muestra elegante con un ataque y paso de boca largo y sedoso, a la vez que amplio y a con un punto de concentración, taninos marcados pero nobles algo grasos con viva acidez y equilibribado en su conjunto, largo y persistente donde muestra su cara mas frutal y balsámica con el punto justo de chocolate. Si bien tiene persistencia esta le falta algo de intensidad en el retronasal(para llegar a la perfección), permanece largo tiempo al final de boca.Lo mejor EMHO de La Mancha.

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