Vista: amarillo dorado, yodado, ambarino con ribetes tostados, limpio brillante.
Nariz: Personal, intenso, complejo, franco, no es fácil de definir pero el predominio aromático le corresponde a la fruta pasificada, escarchada.
Boca: Muy equilibrado, dulce de buena intensidad (96 gr. de azúcar residual) acompañado de una acidez que lo contrarresta extraordinariamente; de retrogusto muy intenso y de un final muy largo.
Es un vino especial. Lo es por su filosofía y por su elaboración, de ésta baste decir que las uvas llegan a la bodega en cajas de 5 racimos, cada una; se pasifica bajo cubierta, sin sol, al aire, sin ningún control de temperatura ni humedad y de allí pasa a prensa donde se obtiene una melaza que se mete en barricas de roble francés donde fermenta de forma natural durante unos tres meses.
Para cada botella de 33 cl. son necesarios 9 o 10 kilos de uva.

Desde luego, una joya de la zona de Ribeiro. El color ambarino ya atrae. La nariz es compleja e intensa, con múltiples matices. En boca es amplio, untuoso, cálido, largo... Una bomba de frutas y flores que te embriagan al disfrutar trago a trago. Lástima del precio. Desde luego, como se ha comentado ya, derrocha personalidad a raudales.

Amarillo con destellos dorados.
Compleja nariz con notas de miel de romero,fruta pasificada y un toque muy especial y diferente.
Con un dulzor muy equilibrado,orejones,membrillo,miel y un toque del alcohol que se integra con la fruta, muy intenso y especial.

Vino naturalmente dulce elaborado con uvas de Treixadura pasificadas a cubierto durante tres meses. Aroma intenso a fruta pasificada y mieles, con delicadas notas de pastelería. En boca tiene un excelente equilibrio entre el dulzor y la acidez, con un paso muy agradable y tacto sedoso. Un vino único, exclusivo y de producción muy limitada, precio unos 40€ la botella de 50cl.

Color ámbar brillante, muy intenso.
En nariz da notas a frutos secos, algo de membrillo y un tostado-ahumado muy agradable.
El paso por boca es de un equilibrio sensacional, conjugando acidez y dulzor natural magníficamente. Intensidad que emociona y una personalidad fuera de serie. Deja otra vez destellos de miel de romero, frutos secos tostados. Profuuuundooo.
Un vino recuperado en Ribeiro despues de muuuuchos años de no elaborarse y que (con su reducidísima producción y su calidad) se convertirá en un vino de culto. Seguro.
PS: Gràcies a Josep Roca per descobrir-nos aquesta joia quasi inaccessible.