Nos agenciamos este maravilloso albariño elaborado por el maestro Gerardo Méndez. Probamos el 2018 y nos encantó. En este caso hemos pillado una oferta de 23 euritos la botella (está sobre los 35) y nos hemos agenciado 6. Increíble la edad de los viñedos, algunos de ellos con 200 años, de los más antiguos de España, la verdad es que emociona un poco. Como curiosidad, leemos que "El cosechero permite que entre un diez y un quince por ciento de la uva alcance la botritys noble, lo que le hace recordar el aterciopelado del Sauternes, pero conservando toda la tipicidad varietal de los acreditados blancos de la D.O. Rías Baixas." Y volviendo a lo nuestro, abrimos la botella, vamos controlando su temperatura en la nevera por 45 minutos, y procedemos con su valoración a 11°C. Corcho largo, compacto y humedecido tan solo en su base.

VISUAL: Color amarillo evolucionado, entre pajizo y dorado, con algún reflejo ambarino, brillante y cristalino. Su lágrima es escasa, gruesa y lenta (92).

OLFATIVA: Tiene intensos aromas frutales de ciruela amarilla, notas cítricas de pomelo y un perfil herbáceo a grama recién cortada. Agitamos y percibimos perfumes florales de brezo y lavanda con un puntito de azahar. Ahora surgen apuntes de fruta con hueso (albaricoque) y de frutas exóticas, a tamarindo en concreto. Rica nariz, compleja y de intensidad media-alta (92).

GUSTATIVA: Pura elegancia en boca, aterciopelado y lácteo donde los haya. Ese pequeño porcentaje de uva botrítica le aporta ese toquecito dulzón que recuerda a las natillas, una delicia. Amplio, voluminoso y de una sedosidad que emociona. Cepas de 200 años y qué uvas que nos da, impresionante su calidad. El tacto en su paso por boca es para no creer, dulcificado a la perfección, con ese perfil cítrico de pomelo, con aromas retronasales de flor blanca (jazmín y azahar), junto con matices herbáceos que verdejean (nos recuerdan al heno). Post-gusto con un puntito especiado de canela y vainilla, con algo de membrillo y de fruta blanca (manzana verde) y de nuevo el toquecito entre herbáceo y avainillado que le aporta el contacto con sus lías. Para terminar nos deslumbra con ese matiz pasificado tan sutil y tan elegante que lo redondea todo. Persiste unos 3 minutos en boca. ¡¡Qué maravilla!!, con mucho camino por recorrer, mejorará si ninguna duda (5 botellas nos quedan ):). Albariño, de Cepas Vellas no, "Vellísimas" (200 años), ahí es nada. Espectacular en todas sus fases, pura elegancia (92).

La RCP fue excelente como decía, lo conseguimos por 23 euros en oferta y vale sobre los 35.

MARIDAJE: Lo abrimos con un salmón a la salvia en salsa de naranjilla. Otro día acompañó unas vieiras salteadas al ajillo con tomillo, y nos lo terminamos con un suculento suquet de chipirones con garbanzos. Maravilloso vinazo, exquisito en todos y cada uno de los maridajes, para disfrutar de lo lindo amigos.

VIDEOCATA:  https://youtu.be/rAriXhA3CKw

Salud-os!!