Botella abierta con una hora de antelación.
De color amarillo pálido, reflejos dorados y lagrima de gran densidad.
En nariz se aprecian aromas de fruta blanca madura, cítricos muy marcados, notas florales y herbáceas, cierto toque ahumado y mineralidad por un tubo.
En boca tiene una entrada fresca, con cierto volumen, acidez muy viva y un postgusto muy largo, con recuerdos cítricos, minerales e incluso salinos.
Gran albariño de Gerardo Méndez que aún está en pañales y que evoluciona lentamente pero de forma muy elegante.

Amarillo brillante.
Aromas a fruta blanca como la pera y la manzana,aparecen también unos ligeros toques de albaricoque,con el paso del tiempo salen unos finísimos aromas cítricos y mas adelante recuerdos minerales.
En boca tiene un ataque muy cítrico,brutal esa tremenda acidez que a su vez esta perfectamente integrada y lo hace muy fresco,es graso y muy redondo.
Gran albariño de Gerardo Mendez,con viñas rozando los 2 siglos de edad.

Botella tomada en restaurante.
De color amarillo ligeramente dorado con una lagrima bastante densa.
En nariz casi sigue intacto con respecto a la anterior vez que lo probamos, fruta blanca de hueso, cítricos, notas florales y quizás una presencia mineral mas importante.
En boca se sigue mostrando igual de fresco, muy cítrico y con esa acidez tan afilada.
Pues eso, a ver como sigue evolucionando con el paso de los años.

Catado en la pasada Fira Intervin Alimentaria 2012.
Otro de los interesantes blancos que pudimos probar entre los 50 vinos para 2020 que se mostraban en la Fira de BCN.
Muestra un color amarillo pajizo muy cristalino.
Aromas francos y muy limpios de fruta blanca fresca (pera) y algún cítrico más. Dejes florales añadidos al conjunto y un fondo de hierba fresca.
Acidez en boca bastante evidente y presente en todo momento. Entremezcla los dejes herbáceos y la fruta (aquí los cítricos están más presentes que en la nariz). Final de postgusto frutal y de hierba, bastante persistente.

Hay que seguir de cerca estos Albariños.

Pajizo verdoso. La nariz es intensa, floral, muy perfumada, con toques de carácter cítrico y notas de hierba fresca recién cortada. En boca presenta buen ataque, algo amargoso, con sensaciones anisadas, con nervio y carácter, excelente acidez y notable en su desarrollo. Largo y atractivo. Excelente aunque seguramente dará más de si con más tiempo en botella...

De color amarillo palido con reflejos dorados y verdosos y lagrima de bastante densidad.
En nariz se muestra muy varietal, fruta blanca de hueso bastante madura, citricos, algo de piña, notas florales y herbaceas y cierto fondo mineral.
En boca tiene una entrada fresca, muy citrica, con una enorme acidez y un postgusto de bastante recorrido con cierto amargor final.
Una apuesta segura.

amarillo levemente dorado,muy brillante
nariz fresca,sutil de fruta blanca de hueso, y leves cítricos
boca cítrica,sedosa,con volumen,fonso salino y muy aromática

Amarillo pajizo con lagrima brillante.

Nariz con flores blancas, citricos, frutas de hueso y recuerdos a clorofila.

En boca paso contundente, graso con cuerpo, acido, citrico y un paso final muy rico con amargor final. Excelente acompañamiento para unas gambas blancas.

Vino color amarillo pajizo con ribete verdoso, limpio, brillante, transparente y lágrima fina.
En nariz con buena intensidad, estupenda carga frutal, pera, manzana, lima y matices de melón, con un fondo de plátano y evolución hacia notas florales. Un verdadero perfume en un principio no me parecía albariño.
El paso por boca, fresco, vivo, buena acidez, fruta en expansión, bien definido, equilibrado, con notas cítricas.
Retronasal, afrutado, frutas blancas.
Posgusto, largo y bueno.

Perfecto de principio a fin, me sorprende esa fruta como en melón y el plátano en este albariño, pero está muy rico.

Dorado limpio y brillante.
En nariz no se muestra muy expresivo en el inicio, necesita de mucho aire, con toques iniciales de reducción que van poco a poco tornando en notas florales, de frutas blancas, tonos herbáceos y minerales, piel de cítricos y recuerdos balsámicos. Al final muestra una paleta de gran limpieza.
En boca es un vino serio, joven y muy bien estructurado. Tiene una acidez muy fina y un paso encantador por su redondez, dejando en el final sensaciones cítricas y herbáceas, con tonos de frutos secos amargos. Necesita algo más de tiempo para ensamblarse, pero deja la huella de su calidad. Buena persistencia.
Do Ferreiro es siempre un vino de gran pureza y definición y lo cierto es que en este 2010 parece un vino de enorme prestancia que no hará sino ir mejorando. En su estrato de precios (13 euros) es uno de los mejores blancos de España sin duda y una compra siempre segura. Muy bueno.