Nos agenciamos este vino porque me pareció curioso ver un chardonnay vallisoletano y además con viñas plantadas por encima de los 900 msnm. Producción limitada a 9.049 botellas tan solo. La sacamos de la nevera, abrimos y esperamos 20 minutos hasta que alcanzó los 11°C para su valoración. Tapón elaborado con lo que parece una silicona que imita la textura del corcho.

VISUAL: De color amarillo dorado, cristalino y de cierta evolución. Su lágrima es gruesa, densa y no demasiado abundante (90).

OLFATIVA: En primer término aparecen toques de fruta con hueso, a melocotón, así como de fruta blanca (pera y manzana). Agitamos y encontramos notas de bollería, a croissant y crema inglesa, así como un puntito de manzanas asadas. Finalmente asoman fragancias florales de jazmín y algo de fruta tropical, piña y plátano. Bastante complejo y de intensidad media alta (91).

GUSTATIVA: Buen punch, alta acidez y gran amplitud. Paso por boca cítrico, a mermelada de limón, con una cierta untuosidad, muy amable, y desprendiendo aromas retronasales de flores silvestres. Post-gusto láctico, con recuerdos de bizcocho, muy rico y cremoso, con aportes de la barrica (ebanistería fina) y con un final avainillado y dulzón, muy agradable. Persiste un minuto y 15 segundos en boca. Sobresaliente chardonnay vallisoletano, buen trabajo, sí señor! (90).

La RCP la considero muy buena. Conseguimos este vino por 10.12 euros.

MARIDAJE: Abrimos la botella con un arroz caldosito de langostinos. El segundo día acompañó un salteado de corvina al orégano, y nos lo terminamos con unas patitas de pulpo con papa criolla y pimentón. Destacaremos el maridaje con la corvina pues los sabores salinos y herbáceos del plato armonizaron exquisitamente con las notas frutales y dulzonas de nuestro rico chardonnay. ¡Qué rico!

VIDEOCATA:  https://www.youtube.com/watch?v=FgoMabvdiI0

Salud-os!!