Tocaba una botella de todos estos "crianzas envejecidos en el tiempo", de las que nos pudiera salir, como suele decirse llanamente, "rana".
Curiosamente, esta botella de este Arzuaga del 95 es la única de las tres en total degustadas, que nos concedió el honor de dejarnos extraer el corcho intacto.
No estaba mal el taponcito, por extensión...
El color ya nos lleva a una evolución y decaimiento importante. Rubí teja a tope.
Denso, embrutecido, terroso. Lágrima densa algo desvahída, pero presente en la copa.
La nariz, aún a pesar de ser la más floja o menos agraciada y agradable de las dos anteriores botellas, nos deja cosas. Primero, nos quitamos el olor a tierra mojada y corcho que no nos quiere dejar.Fruta negra madurada. Ramalazos licorosos y pasas...Por cierto que en esta botella se notaba mucho los verdores y tintes vegetales Caberneteros.
Aromas a brea, ceniza mojada. Madera fundida. Alguna especia por ahí de fondo pululando con el regaliz...
La boca pierde comparativamente con las botellas Nº1 y 2 por goleada en contra: falta de acidez, cuerpo. No hay vino sabroso, ni carnoso...Ni siquiera con un post-gustillo frutal que nos dé una alegría. En fín, tocaba una botella así. Podía ser...
...Pero ciertamente, las otras dos estaban muy muy enteras y no acusaban el paso del tiempo.

Quedan "balas" todavía en la recámara por disfrutar...

Segunda botella de una cantidad debida de Crianzas aparecidos de la misma añada y cría en la barrica.
Las cosas no son muy diferentes a la primera botella bebida y disfrutada de este rico Ribera del Duero.
La misma mala suerte para con el tapón (roto, casi desecho). Tengo que hacerme con uno de láminas, pero ya!!
Por suerte, los parecidos con la primera botella descorchada también es en lo positivo: el vino se mantiene en un estado todavía encomiable. Interesante en nariz, expresivo, agradable al trago. La boca se muestra viva, sabrosa. Hay fruta, hay especias. Quizás, puestos a rizar el rizo, en este caso se percibe un poquito menos la elegante barrica; los lácticos.
Pero no obstante, lo disfrutamos igual. Otro grato (gratísimo) encuentro con este Arzuaga.
Repetimos la impresión de lo bien que está viviendo sus 20 añazos este crianza.

Continuamos para bingo!!...

Casi por sorpresa, recibo de un amigo, este Ribera del Duero del 95.
Una de esas excelentes añadas de los 90, que tan buenos vinos dio y nos hicieron disfrutar.
No recordaba, por añadidura, el haber probado un Crianza con casi 20 añitos a cuestas.
...Y ésta fue la ocasión que se me presentaba.
Nos hallamos pues, descorchando para catar y beber este tinto de Arzuaga. En un intento por resistir y perdurar en el tiempo...Y a fe que lo consigue.

Empezábamos con mal pie, pues en el acto de extraer el corcho, se nos partió en dos, y el ver cómo estaba de mojado, no nos hacía ninguna gracia.
Aún así, eso fue lo único desagradable de la noche.
Comienza este vino desvelándonos su edad. Veinte años? Seguro?
La copa no nos dice eso. No parece apreciarse la evolución en el color. Bueno...sí, un ribete quizás algo atejado, amarronado. Pero el fondo picota de buena capa sigue ahí, incluso con cierto brillo. Lágrima ligera y no muy marcada en el cristal de la copa.
Empezamos a estudiar su nariz: tiene buena intensidad y nos muestra un buen abanico de matices. Mucha violeta, flores marchitas. Madera tostada, algo de ceniza. Café verde, amargo...Si buscamos y buscamos, incluso algún deje láctico de fondo. Hay que buscarlo, es verdad, pero está...Al igual que el regaliz y algún fruto negro maduro.
Una nariz muy interesante y completa.
Llegamos a la boca; al trago. Ataca bien; con un tanino maduro, pero que a pesar de su edad, permanece ahí, presente...llena la boca de tostados, ahumados y café. Tal vez algunos puedan llegar a descubrir verdores de esa pequeña proporción de Cabernet. Reseñable y encomiable su nivel de acidez, que no nos abandonará durante el camino por el paladar. Y seguirá, acompañándonos hasta llegar a un final persistente, levemente secante, que permanecerá en el recuerdo.

No puedo por más, que certificar el buen estado que tenía de vida este vino, y la agradable sorpresa de comprobar que todavía tenía muchas condiciones para permanecer algún tiempo más, impasible al paso del tiempo.
Grande, Arzuaga Navarro. Grande...

Color picota oscuro con ribete anoranjado.
En nariz es animal con notas de frutos negros y especias cacao y cafe.
Un cuerpo enorme en boca con potencia.Taninos maduros con licor pero un poco cerrado. Casi un reserva...
Un Ribera de las "grandes añadas"(94,95,96)y que tiene futuro...2010.
RCP increible...13.50 euros en su epoca...