Rojo cereza, capa bajísima. Limpio y brillante.
Comienza algo parco. Hemos decantado y ha ido abriéndose. Aún así le ha faltado media hora. Las dos últimas copas han sido de bastante nivel. Flores silvestres, fruta roja, mentolados, leves apuntes a humo, chocolate amargo y mineralidad.
En boca observamos una pinot pura y sin ambages. Perfectamente elaborada, ni un defecto. Cero presencia maderosa, poco alcohol, muchísima mineralidad y capacidad de evolución. Toques primarios y campestres.
Final largo y perfumado.
Brice me lo recomendó, efectivamente que un gran productor de Borgoña se atreva en esta zona debería ser sello de garantía. Si tuviera que localizarlo en Francia, diría que es tan femenino como ciertos Chambolle, pero tiene garra y tanino como un Pommard. Y no ha hecho más que nacer, envejecerá de lo lindo.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.