Estamos en casa y veo una botella con la etiqueta deteriorada. Resulta que la tuvimos a 15°C en el interior de una pequeña vinoteca, después la apagamos y dejamos el vino dentro por unos meses. Ahí apareció el moho y fastidió la etiqueta (lección aprendida) Al ver que se trata de este vino y por si las moscas me animo a abrirlo para el almuerzo. La dejamos reposar unos 30 muntos antes de su cata que realizamos a 17°C.

VISUAL: Color rojo picota de capa media con un ribete rubí muy luminoso. Lágrima abundante, fina y transparente (86).

OLFATIVA: A copa parada emana aromas de fruta roja madura (ciruelas pasas). En movimiento asoman apuntes especiados avainillados, florales de rosas rojas y un puntito balsámico. Los terciarios se insinuan con notas de cuero curtido, cacao y tostados de la barrica. Intensidad media-baja y complejidad justita (84).

GUSTATIVA: En boca presenta una acidez media-alta con los taninos a medio pulir. Un poco desconjuntado, no sé si será la botella o es que le falta más crianza (aunque no lo creo siendo un 2010). Retronasal frutal y especiado con notas amaderadas en el post-gusto. Persistencia de casi dos minutos. Un vino que no está mal pero del que esperaba un poquito más. En fin a ver si me queda alguna botella más y le damos otra oportunidad (83). La verdad es que había probado esta añada en restaurantes y me había llevado mucha mejor impresión.

La RCP la dejaremos en buena. Nos costó 10.5 euros la botella...

MARIDAJE: Nos lo tomamos con unos embutidos, jamón ibérico y queso curado. El maridaje que nunca falla, un tintito y embutido, delicioso.

Salud-os!!

Un vino que hay que esperar para poderlo degustar. Lo pedí en un restaurante y nada más abrirlo estaba muy duro, aspero y algunos compañeros de mesa lo querían retirar. Dejándolo un tiempo iba ganando y comenzaba a ser muy agradable. Color rojo rubí con borde violáceo. En nariz y despues de un tiempo aparecen aromas no muy fuertes a frutos rojos maduros, especias, tostados y toques florales. En boca pasa lo mismos que con los aromas, va evolucionando y acaba demostrando un buen equilibrio, es ligero, frutal, unos taninos presentes pero no molestan y un final largo. Es alegre. Es un vino riojano diferente por la garnacha de la Rioja baja.

Botella tomada en restaurante.
De color rojo picota de capa media, ribete rubí y lagrima densa que tiñe la copa.
En nariz muestra fruta roja muy madura, maderas finas, vainilla, especias dulces y finos tostados y ahumados.
En boca tiene una entrada golosona, con un tanino muy redondeado y una acidez justita, postgusto de medio recorrido con recuerdos de fruta madura, especias dulces y maderas finas.
Pues tenía mejor recuerdo de añadas anteriores, pero casi todo lo que pruebo últimamente de Rioja parece estar cortado por el mismo patrón, apenas encuentro diferencias entre una bodega u otra.
Una pena.