Exaltación leonesa.

Dentro de la “Jornada Académica de Astorga” organizada por la Academia Castellano y Leonesa de Gastronomía y Alimentación, y después del gran disfrute que nos produjo el discurso “Una receta de Garbanzos” de Gabriel Argumosa (que puedes leer pinchando aquí), pasamos a la “propuesta gastronómica” de ese día de la mano de los chefs Jesús Prieto Serrano y Jesús Prieto Marquiegui y de Cerveza Cazurra, Bodegas Gordoncello y Bodegas Merayo.

El Restaurante Serrano es todo un clásico del bello municipio de Astorga, gozando de gran popularidad y prestigio en toda la provincia de León. Se lo han ganado a pulso durante muchos años, antes sólo el padre (Jesús Prieto Serrano, el actor protagonista, creador e impulsor) y ahora conjuntamente con su hijo (Jesús Prieto Marquiegui, quien indudablemente ha ayudado a elevar la oferta tanto culinaria como mediáticamente). Comunican, comunican muy bien. De tal palo, tal astilla.

Más de tres décadas llevan trabajando y creando día a día, casi dos de ellas con la consideración de “restaurante micológico”, habiendo llegado a ser en este aspecto todo un referente en la comunidad de Castilla y León.

Está situado en una callejuela próxima a la plaza que acoge los dos principales atractivos de la localidad: la Catedral de Astorga y su Palacio Episcopal.

El local parece querer indicarte un poco por dónde van a ir los tiros: rótulo clásico, madera noble en la entrada con la fecha de apertura visiblemente pirograbada y múltiples carteles de setas en el recibidor que da paso a un segundo recibidor en el que bruscamente cambia su estilo a líneas más actuales que ya se mantienen en el interior, con sólidas instalaciones, suelos de gres negro, paredes contrastando negros, blancos y dorados, moderna cava acristalada, modernos también algunos motivos que decoran las paredes alternando con otros más tradicionales.

Equipamiento de altura, tanto las mesas (y la separación de las mismas entre ellas y entre comensales) como la mantelería, cubertería, vajilla, cristalería…

Y éste es el festival que nos habían preparado el día de autos, 17 de mayo de 2014:

-----El aperitivo
La crema de puerros de Sahagún, crujiente de ibérico y polvo de torrezno.
Cerveza Cazurra Burton Ale Tostada

-----Comparte pero coge la mejor parte
La cecina con foie, polen de abejas y AOVE.
Los garbanzos de pico pardal, pulpo y pimentón de la Vera.
Peregrino Rosado 2013 Prieto Picudo Bodegas Gordoncello D.O. Tierra de León

-----El pescado
El bacalao al ajo arriero y espuma de patata de la Cepeda.
Peregrino Blanco 2013 Albarín Bodegas Gordoncello D.O. Tierra de León

-----La carne
La carrilera al vino tinto de mencía con boletus phinofilus confitados.
Las Tres Filas Mecía Bodegas Merayo D.O.Bierzo

-----El dulce
La torrija de mantecada de Astorga, yogur de coladilla y pera conferencia del Bierzo.
La limonada de Serrano

-----La sobremesa
Pastas de mantequilla y roscas de chocolate de Astorga.

La sensación fue muy positiva, saliendo todos satisfechos después de degustar una aventajada cocina de producto, de mercado, con comedidos toques de autor y alguna concesión a la modernidad.

Todos los platos mantuvieron un buen nivel: la crema, muy “natural”, parecía la de mi madre de chiquillo; la cecina, espectacular, bien acompañada por el polen, un tanto forzado el foie; los garbanzos, espléndido cuerpo y punto de cocción, notables de sabor; el bacalao mejorable de textura pero sápido; la carrilera, brutal, el plato del día a mi juicio, con esos boletus phinofilus con los que parecieron decirnos: “ey, que aquí sabemos de setas"; y los postres, correctos.

Servicio profesional, atento y eficiente.

Trato al vino bueno sin más, no hubo mimo alguno ni tampoco maltrato, difícil valorar este apartado cuando se trata de una comida tan numerosa. Los vinos en sí mismos, representaron brillantemente a León: buena cerveza y buen rosado (a mi gusto excesivo azúcar residual), gran tinto de mencía (marcando con donaire toda la tipicidad de la variedad) y soberbio y singular ese blanco de albarín (inclasificable, nada que ver con el verdejo como alguien dijo, pero absolutamente nada, si hubiera que ponerle un parecido, lejano, se lo pondría a la godello).

No sé los que estábamos… ¿cincuenta?... ¿sesenta?... Y aun así comimos francamente bien. Seguro que vas a comer con un número reducido de comensales y salen a hombros. No es fácil desarrollar una cocina elevada para tanta gente.

Sin duda, volveré cuando pase de nuevo por Astorga, que espero sea pronto.

  1. #1

    Gabriel Argumosa

    De acuerdo contigo, esos boletus tenian un punto inmejorable.

    Te felicito por el comentario.

  2. #2

    JoseRuiz

    Dió de sí lo de Astorga, eh?

    Me llama la atención la cecina con polen de abejas y también los garbanzos con pulpo, ¿en guiso?

    Un abrazo, ¡disfrutón!

  3. #3

    G-M.

    en respuesta a Gabriel Argumosa
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    Gracias Gabriel.

    Me gustaría ir en temporada a tomar en exclusivo un menú micológico: tiene que ser una gozada

  4. #4

    G-M.

    en respuesta a JoseRuiz
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    "Hombre, hablando de pu... la Zapatones!" (por lo de disfrutón, jajaja)

    La cecina iba en crudo, con una leve emulsión de polen por encima, que quedaba crujiente y llevaba algo de grano de mostaza me pareció. Los garbanzos sí iban guisados, con pulpo, se consume mucho por allá, está muy incorporado a su gastronomía (los maragatos, comerciantes y viajantes subían y bajaban de Galicia constantemente..)

    Un abrazote

  5. #5

    Isaac Agüero

    Esos garbanzos con pulpo me suenan muy bien.....

  6. #6

    G-M.

    en respuesta a Isaac Agüero
    Ver mensaje de Isaac Agüero

    La textura del garbanzo era perfecta.
    Si pillamos los garbanzos de Maruja Botas y éstos... La textura de Serrano y el sabor de Maruja... logramos el GARBANZO PERFECTO

  7. #7

    Isaac Agüero

    en respuesta a G-M.
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    Mi madre me los hacía fritos con cebolla, cuando sobraban del cocido.....

  8. #8

    G-M.

    en respuesta a Isaac Agüero
    Ver mensaje de Isaac Agüero

    Diossss, así los he comido alguna vez tío, son tremendos.

    Mi madre no era muy de garbanzos, los hacía sí, pero más los viernes (de "ayuno", con espinacas).

    Ella era más "alubiera": un día a la semana o bien hacía alubias pintas, o blancas, o pochas, o negras...

    Bordaba las "pintas" (los caparrones de Burgos-Rioja)

  9. #9

    Abreunvinito

    Caray, cuantos sitios me perdí cuando estuve por Astorga.
    Buena guía estais dejando.
    Saludos

  10. #10

    G-M.

    en respuesta a Abreunvinito
    Ver mensaje de Abreunvinito

    Este es en teoría el "top", Diego.

    Hay que ir en temporada de setas para disfrutarlo... Aunque, según Serrano padre, "siempre es temporada de setas", porque "en todos los momentos del año hay setas en el monte"

    Saludos

  11. #11

    Abreunvinito

    en respuesta a G-M.
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    Es una buena teoría que la he oido mucho a los seteros, pero yo solo voy en otoño porque es cuando yo encuentro setas. Importante el tema del hongo. Gracias por la informacion
    Saludos

  12. #12

    Joan Thomas

    Hola Aurelio,

    Vaya homenajes que os habeis dado por Astorga !!! Un verdadero disfrute para las papilas. Esos garbanzos tienen que estar deliciosos ;-))

    A continuar así,

    Un saludo

    Joan

  13. #13

    Isaac Agüero

    en respuesta a G-M.
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    De legumbres, me quedo con el garbanzo y la alubia blanca...

  14. #14

    G-M.

    en respuesta a Abreunvinito
    Ver mensaje de Abreunvinito

    A ti, Diego!

  15. #15

    G-M.

    en respuesta a Joan Thomas
    Ver mensaje de Joan Thomas

    Homenajes de época, Joan, jaja!

    Gracias y saludotes

    Aurelio

  16. #16

    G-M.

    en respuesta a Isaac Agüero
    Ver mensaje de Isaac Agüero

    Yo con la pinta: genética, educación, devoción...

    Esos caparrones que no me los toque nadie!

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