Restaurante Igeretxe en Getxo
Restaurante Igeretxe
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Añadir vino por copa

Precio desde:
35,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
45 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.0
Comida COMIDA
7.8
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.4
Tarta de queso.
Tataki de atún
Verduras a la plancha
Pantxineta
solomillo
Tartar
Opiniones de Igeretxe
OPINIONES
4

Como soy el único “veremero” que visita este local, al menos actualizarlo una vez al año para que sepáis que ahí sigue, al pie del cañón.
Situado en primera línea de la playa de Ereaga, este antiguo balneario, ha pasado a ser un local con varias propuestas. De noche tiene para mi un encanto especial. Quizás ese entorno, esa playa..... la noche es diferente, sin duda. Además del hotel, su oferta gastronómica es variada. Puedes desayunar en el café La Veranda, o comerte uno de sus saludables menús.
Puedes probar su nueva propuesta, asiática, su Sushi Bar, disfrutar de la cocina japonesa o puedes, como hemos hecho nosotros, acomodarte en su restaurante La Brasserie.
Habíamos reservado para cenar en su acristalada terraza pero la amable camarera que nos atiende, conocida de otras ocasiones, nos recomienda cenar en el restaurante en sí puesto que en la terraza tienen una reserva de una mesa grande de una cuadrilla que viene de fiestas de Algorta y no van a ser, precisamente, demasiado silenciosos. Se agradece el detalle.
Buenas mesas, además nos acomodan en una de cuatro comensales con lo que tenemos sitio de sobra para disfrutar de su comida.
Al estar en temporada tienen un menú cuyo ingrediente principal es el bonito pero mi compi, no es demasiado amiga de este producto.
Así que nos decidimos por su carta. Antes de eso, nos sacan un aceite de oliva muy rico y el pan, que está reciente. Vamos “untando”.
Gambas de Huelva a la plancha. Una buena ración de gambas de tamaño medio, como a mi me gustan. Hechas en su justo punto y que están, como no puede ser de otra manera, para “chuparse los dedos”.
Después nos comemos unas zamburiñas a la plancha. Esto es como comer pipas, quizás hayan pecado de estar excesivamente saladas y eso que a mi la sal me gusta. Están muy ricas de sabor y tienen un toque a la marinera que las hace más apetecibles aún.
Para beber y dados los gustos de alguna, una botellita de Champagne Mumm. Me gusta. Creo que es un champagne con buena relación calidad-precio. Toques dulces pero desde luego que un moscato no es. Tiene acidez suficiente. Tiene quizás, un poco de “peligro”. Es demasiado fácil beberse la botella que por cierto, ha acompañado todos y cada uno de los platos sin perder en ningún momento los papeles.
Pasamos a los platos principales, yo, como no podía ser de otra manera, pido una ración de bonito a la brasa. Dos buenos trozos, bien hechos. En ese punto que hay personas que consideran poco hecho pero que sabemos que es el ideal. Sonrosadito por dentro, como mandan los cánones.
Muy jugoso para ser lo que es. Acompañado de unos pimientos rojos y cebolla pochada. Recuerdos unas piparras que lo acompañaron el año pasado…..
La txikita se pide una ración de solomillo a la brasa, acompañado de unos pimientos rojos y unas patatas fritas caseras, que al parecer y según “leyenda urbana”, estaban muy ricas. No puedo opinar al respecto porque ni las he catado. A lo tonto…… me he quedado a dos velas.
He probado la carne y realmente estaba sabrosa y aunque la pide un poco más que al punto, sigue teniendo jugosidad.
Hambre ya no hay demasiada pero quedan un par de tragos de champagne y la camarera nos recomienda comernos media ración de postres variados.
Así que nos aparece con unos trozos de tarta, a cada cual más rico, un helado de fresa que hace el plato más fresco y un par de “piedras” de chocolate que estaban de rechupete.
Un café y una infusión dan por terminada la velada. Una pena pues hay ofrecimiento a un txupito pero estoy ya más que “resabiado” y se bastante bien cual es “mi medida”.
Después de un agradable paseo por el muelle y con la pena de no poder tomar un rico GT en una de las agradables terrazas, tengo la tentación que me acompaña cada vez que voy al Puerto Deportivo: “mangar” una de las piedras blancas de la rotonda, pero de las “gordas”. Como siempre, me puede el “civismo” y vuelvo a casa sin ella.
Para ver las fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/

Utilizando como escusa las fiestas del Puerto Viejo de Getxo y aprovechando el precioso día que nos ha hecho hoy y la estupenda noche, nos hemos acercado hasta el mar a dar un paseo, tomar un txakoli, ver un poco el ambiente y ya acercarnos a este restaurante del que somos, por ahora, los únicos veremeros que lo visitamos.
Mucha gente, menos mal que habíamos llamado para reservar pues queríamos cenar en la terraza acristalada que tienen con unas vistas a la playa que no desmerecen.
Buenas mesas, de tamaño más que suficiente y servicio elegante como no podía ser de otra manera estando donde estamos.
Nos ofrecen hoy un menú denominado "Menú bonito" que no era por ser de estética muy vistosa, más bien por estar compuesto esencialmente por este pescado de temporada.
Preferimos elegir de la carta aunque vista la oferta, también hemos optado por algo similar.
En este sitio siempre elegimos para beber un Txakoli Gorka Izagirre lo tienen a un estupendo precio de 11 euros y además nos encanta por lo que no tenemos dudas.
El servicio del vino es correcto, sin más, buenas copas, cubitera pero primer servicio sin dar a probar y el resto por tu cuenta.
El vino tiene un algo especial, mucha fruta tanto en nariz como en boca, la acidez bien marcada y un postgusto suficientemente largo.
Un par de trozos de pan acompañados por un pequeño recipiente con un aceite de oliva muy rico, con ese toque "picante". El pan más bien suficiente de calidad y cobrado a euro la unidad, yo creo que algo menos sería más que suficiente pero así están las cosas.
Para comenzar pedimos algo ya probado y de lo que teníamos un estupendo recuerdo Verduras de temporada a la plancha estupendo el punto, lo justo. Nada pasadas, "tiesas", con el sabor de cada cosa y acompañadas por unas piparras co-jonudas.
Tal ha sido así que hemos pedido Piparras fritas una estupenda ración de algo que a mi personalmente me encanta pero que este verano, seco y caluroso las ha convertido en verdaderas "anestesistas" de boca. Algunas de ellas picaban pero de verdad. Eso sí, como decía mi aita, una vez que te ha tocado la "valiente", ya es lo mismo. Pues hemos podido con la generosa ración. Ricas, mucho.
De segundo mi chica ha pedido un Tataki de atún con salsa de soja punto exacto el del pescado, con ese color de carne poco hecha pero con ese sabor de algo que cada día me gusta más. Suelo decir que es el solomillo del mar pero es que está de muerte.
Yo he preferido pedir un Taco de bonito a la plancha un par de buenos trozos del susodicho pescado, estaba casi pefecto de punto aunque unos segundos menos hubiesen bastado. Buen producto. Como al parecer estamos en su tiempo, me han vuelto a sacar unas piparras de nuevo pero éstas, tal vez ya acostumbrado, no me han resultado igual de picantes.
No hay ya demasiado sitio pero un algo dulce siempre apetece así que bien aconsejados por la camarera, hemos pedido una Tarta casera de queso agradecido de sacarla con las mermeladas sin echar por encima. Estaba muy sabrosa. Dulce pero no en exceso, jugosa.
Un cortao no demasiado bien preparado, mucha leche, era más bien un café con leche en taza pequeña y un Itsasmendi vendimia tardía que ya conozco sobradamente y del que poco merece ya decir. Estupendo remate a una buena cena.

  • Tarta de queso.

    Tarta de queso.

  • Tataki de atún

    Tataki de atún

  • Verduras a la plancha

    Verduras a la plancha

Desde la despedida del verano pasado, hace ya casi 7 meses no habíamos vuelto por allí. Habemus sol, parecía increible pero el cielo sigue siendo azul. Meses llevamos de sombras y hoy nos ha regalado un estupendo día. Por sorpresa, la ropa sin planchar.
Hemos llamado pues sabíamos que hoy era un día "peligroso" y hemos pillado sitio en su estupenda terraza, con unas maravillosas vistas a la playa, a Santurtzi y Portugalete.
Es curioso que dos personas atendiendo el comedor de terraza y suponiendo que tendrán el mismo sueldo puedan ser tan distintas, simpática a más no poder una de ellas, la otra con cara de que al parecer piense que nos vamos a ir sin pagar o algo así. Cosas de las maneras de ser. Eso sí, imagino que se repartirán la propina.
Ya está descrito el local en el anterior comentario luego vamos directamente al asunto:
Un par de buenos trozos de un pan correcto. Hoy el servicio del vino ha sido mejor que la vez anterior y como sabemos que nos encanta y encima lo tienen al mismo precio hemos repetido ese Txakoli Gorka Izagirre que la verdad es que está rico con ganas o al menos eso nos parece a nosotros. Una nariz marcada, frutal a más no poder, correctísima acidez y se deja beber con satisfacción.
Verduras de temporada a la plancha generosa ración, no son mi pasión pero hay que reconocer que están ricas y encima sanas. Mi compañera disfruta con ellas casi más que con un buen pescado.
Acompañadas de unas setas y con el punto ideal de sal para nuestro gusto que evidentemente dista un tanto del gusto de mi médico de cabecera.
Ella ha pedido un plato de Salmón sin más el nombre del plato no era exactamente ese pero es que es lo que era. Una buena ración de salmón cortado en trozos, no láminas que no decía gran cosa y que ayudado un tanto por la cantidad añadida de sal que hemos solicitado, se dejaba comer sin enamoramientos de ningún tipo.
Yo he preferido un Rabo estofado con patatas y champiñón estupenda la textura del más que generoso plato. Suelta la carne, rica la salsa. Eso sí, un champiñón, tamaño duplex y un par de ricas patatas.
Este sí ha sido un plato un tanto destacable en ejecución.
No hay sitio para postres así que directamente a los cafés, que no están a mi gusto, demasiada leche para un cortao.
Una copita de PX, del que me resulta un tanto dulce, casi en exceso pero que no deja de hacerme cerrar los ojos y relamerme con agrado.
Esta tarde he recibido una llamada "emocionante" de "los altos cargos", los que están disfrutanto de algo muy especial y sé que allí, a unos cuantos cientos de kilómetros han compartido algo conmigo, ellos han entonado "tengo un novio txikitin" mientras yo miraba el pueblo de "que se llama Nicolás".

Día de calor, temperatura ideal para salir de casa y acercarse a la orilla del mar a disfrutar de esa brisa tan agradable.
Parece que todos nos hemos puesto de acuerdo. Mucha gente.
Mañana amenaza de galerna y la semana que viene parace que viene movidita, esperemos que no sea para tanto.
Paseo hasta el Puerto Viejo de Algorta a tomar un txakoli mirando a los pescadores intentar sacar una buena pieza de pescado.
Nos acercamos poco a poco al recién reinagurado hotel-restaurante.
Edificio de más de 100 años que era una antigua casa de baños, de ahí su nombre en euskera.
Total renovación, hotel de 22 habitaciones y 3 espacios diferenciados.
Café La Veranda para desayunar, tomar un aperitivo o comerte unos pintxos.
Bar afterwork, pensado para tomar algo al atardecer, con una carta a base de tablas y buenos postres. Cenas informales.
Y la Brasserie, el restaurante propiamente dicho.
Además tiene salones para eventos con capacidad para 500 personas.
Nosotros hemos cenado en el restaurante, con terraza cerrada y una zona interior muy coqueta y agradable.
Hemos comenzado con una ensalada de tomate y bonito fresco. Ambos 2 muy ricos, buena materia prima, sin añadidos raros, con sabor a buen producto. El tomate con una carne jugosa.
De segundos ella ha tomado un tartar de atún rojo con daditos de tomate y guacamole. Todo en su justa medida, sin restar sabor al atún en sí. Buena conjunción de los sabores y muy bien montado.
Yo un solomillo a la brasa, lo he pedido al punto y ha salido tal cual, la carne parecía mantequilla, justo la costra superficial y el interior exquisito, con una patatas fritas caseras y un par de piperras con un toque de picante exacto.
De postre una pantxineta con helado de mango y crema pastelera que nos han ofrecido pues había una boda y al parecer tenían como cosa no habitual. Muy rica, es un postre que a mi, como goloso que soy me deja un muy buen sabor de boca.
Un pan bastante rico y fresco, 2 buenos trozos.
Para beber, un txakoli Gorka Izagirre 2011 a un precio de ganga, 11 euros cuando su precio en tienda es de 8. Este txakoli se hace en las bodegas del restaurante Azurmendi y está rico, pero de ganas.
Tiene una nariz muy afrutada, en boca algo más de cítrico y la acidez está bien marcada. Fresco de ganas.
Cafecito y copa de Px en la terraza exterior mirando al mar con la luna desapareciendo en el horizonte.
Se acabó el verano, una pena. Pero la despedida ha sido de las buenas.

  • Pantxineta

    Pantxineta

  • solomillo

    solomillo

  • Tartar

    Tartar

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