Restaurante La cabaña de Alarcón en Alarcon
Restaurante La cabaña de Alarcón
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
21,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
23 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.2
Comida COMIDA
5.6
Precio medio entorno ENTORNO
8.1
RCP CALIDAD-PRECIO
6.7
Tarta de la tercia
Pollo a la Alcarria
Ajo cocido
Opiniones de La cabaña de Alarcón
OPINIONES
7

Transcripción conversación cliente (C) VS restaurador (R):

C: Nos deja la carta de vinos?

R: No tenemos carta de vinos?

C: Cómo?

R: No tenemos carta. Trabajamos con un par de vinos, uno de la casa y un Somontano muy bueno.

C: Tráiganos ese Somontano tan bueno.

......

R: Aquí lo tienen. La señora tomará vino?

C: Si.

Omito en dicha conversación los comentarios de la mesa (dos comensales) los cuales estaban alucinando por sentarse a comer en un lugar sin aliciente alguno en el tema de vinos. Bueno, en cualquier caso es una decisión que no comparto pero que compete al que lleva las riendas del restaurante que conoce mejor que yo al cliente habitual.

Nos decidimos por el Menú de Verano, menú por cierto que tomaron dos reputados foreros en otoño del año pasado. Rotación de PM por lo visto...

Bodega:

- Vega Moragona Crianza 2010

Comida:

- Asadillo:

Refrescante plato para iniciar la comida. Hogaza de pan el cual untamos con dichos ingredientes (tomate asado, pimiento y cominos). Un plato correcto.

- Ajo cocido:

Grasiento a no poder más. Un plato por cierto que en otra época hubiera apetecido pero no con estos calores. Un plato comestible.

- Ensalada de judiones con vinagreta:

Vinagreta bien ejecutada y judiones bastante sabrosos. Giro a mejor en esta interesante versión.

- Gazpacho:

Pufo. Un aguachirri con hielo que no sabia a nada. Eso plato hizo honores al agua que no habíamos pedido para comer. Ah, y los tropezones en un platillo sin cuchara ni nada, así para que los lances sin flotador ;-)

- Lomo de atún:

No estaba mal si bien era congelado. La cosa ya andaba torcida y acto seguido explico detalles.

- Pollo a la alcarria:

Un plato jugoso que me atrevo a denominar decente.

- Tarta de la tercia:

Especie de pudin típico para finalizar un agria comida

Entro en detalles

Al servirnos el vino miramos la etiqueta y observamos que es un vino D.O. Ribera del Júcar. Anda, menudo somontano nos han puesto comentamos. En el ecuador de la comida observamos como a una mesa cercana le sirven vino blanco. Miramos alrededor y vemos que en la mesa de atrás están comiendo con un Finca La Estacada. Joderrrrrrr, y decían que tenían 2 vinos!!! Paciencia, vamos a terminar la comida, pagamos y pillamos por banda al dueño para expresarle nuestro malestar.

C: Queríamos hacerle una critica constructiva. La comida normal, pero mal el gazpacho que estaba completamente aguado. En cuanto al vino nos ha extrañado que no tuvieran carta de vinos pero eso es un tema suyo, pero decirle que no nos gusta que nos engañen.

R: Cómo? (Se aproxima como si no hubiera escuchado bien).

C: Si, porque resulta que cuando nos hemos sentado hemos pedido la carta de vinos a lo cual nos han respondido que no disponen, únicamente que trabajan con un vino de la casa y un somontano que de somontano nada. Resulta que enfrente y detrás nuestro están con otros vinos que nada tiene que ver con lo que nos ha dicho.

R: Pero que vino querían ustedes?

C: Ninguno especifico, solo queríamos ver la carta de vinos para escoger.

R: Pues si tenemos un somontano y algunos más.

C: Si, ya hemos visto el blanco de enfrente o el tinto de atrás.

R: Y que tipo de blanco les gusta a ustedes?

C: Todos.

R: Pues tenemos albariño, también tenemos un Pago de Carraovejas, un Finca Antigua pero ya no es lo que era antes....

C: Pues ni del albariño, ni del Pago de Carraovejas, ni del Finca La Estacada, ni del Finca Antigua nos ha hablado el chico que nos ha atendido (sin mucha idea pero muy bien todo sea dicho). De haberlo sabido habríamos pedido otro vino y no el que nos han puesto....

Nos levantamos y nos vamos. Ah, y al salir vemos un hermoso armario con unos cuantos vinos (las capsulas no engañan). Nos vamos engañados pero no queríamos que la mala experiencia nos jodiera el resto de estancia en Alarcón y a su Parador nos fuimos acto y seguido a tomar un vino blanco. Por lo tanto no veo aliciente alguno para visitar dicho sitio y menos después de lo ocurrido. Por nuestra parte ya nos han visto el pelo...

Muy recomendado y muy prescindible restaurante de la preciosa localidad de Alarcón.

Un buen local, con un esfuerzo en la decoración y muy buenas vistas. Amplios ventanales al Júcar. Una buena terraza arriba para tomar un aperitivo o unas copas.

Pero la comida realmente floja. Un local así merecería una cocina más consistente. No hay nada malo pero tampoco nada que destaque. Un pollo a la Alcarria sin más, unas judías pintas flojas y duras... Se salvaron las chuletillas de cordero, lo que tampoco tiene mucho mérito y un timbal de ajo cocido que estaba bastante rico.

El local estaba lleno así que pese a los esfuerzos del camarero, la atención fue bastante regular, con un tiempo infinito entre platos.

El precio bastante ajustado, por lo que tampoco se puede ser excesivamente crítico. Pero francamente, esperaba más de este restaurante.

Nos dirigíamos a pasar unos días en Cuenca, y en vista de que se hacía la hora de comer, decidimos hacer una parada en Alarcón. Bonito, tranquilo y entrañable pueblo medieval que no conocíamos. Tiene una estampa preciosa.

Y como de costumbre, la copiloto además de mirar el mapa cuando hace falta, y eso que dicen que las mujeres no sabemos interpretarlos, se pone a la búsqueda y captura de Restaurante en Verema. Voilà! Interesante propuesta: la Cabaña de Alarcón y allá que nos aventuramos.

La entrada del restaurante ya anunciaba un local acogedor con el portón de madera, sus plantitas y flores... Ainsssss, mira que me gustan!

Raudo salió a recibirnos un amable señor al vestíbulo repleto de muebles rústicos. Oh! Me encanta!

El comedor estaba casi a tope, pero aún quedaban tres mesas para elegir. Finalmente optamos por una que ofrecía unas espectaculares vistas al valle con las Hoces del Júcar como protagonistas.

Nos decidimos por el menú del día (18 €) pero mientras tanto nos tomamos un par de cervezas Estrella Galicia y unas aceitunitas.

Entrantes para compartir:
~ Asadillo (tomate asado, pimiento y cominos). Estupendo sabor a brasa y rica conjunción de productos. De los de "toma pan y moja". Yo sé de uno de Llodio que se hubiera hecho un pan entero fácilmente.

~ Ajo cocido (patata, pan, ajo, pimiento y tomate). Plato clásico pero presentado a modo de tartar y con algún que otro guiño moderno que aún lo hacía más apetitoso.

Primeros:
~ Mozzarella con tomate. Sencilla combinación que contaba con tomate de los de verdad y que, pese a la generosidad del plato, me vino de maravilla para dejar hueco para el resto.

~ Fer tomó una Ensalada de judiones con vinagreta, y como siempre le meto el tenedor, pues oye, estaba casi mejor que el mío! Mecachis!

Segundos:
~ Solomillo de cerdo con salsa de vino blanco. Tres medallones tiernos y jugosos regados por una agradable salsa. Le acompañaban unas patatas chips ricas y bien condimentadas y un poco de ensalada.

~ Fer comió un Pollo a la Alcarria que estaba de vicio. Crujiente por fuera y tierno por dentro. Uuuuhhhhmmmm. Mecachis otra vez!!

Y de Postres, una Tarta de la tercia, postre típico de Alarcón a modo de pudin con caramelo que no sé qué llevaba pero me gustó mucho. Golosa que es una!! Y mi acompañante, jajaja, tomó unas Natillas con bizcocho azucarado, caseras y ricas ricas. En el postre creo que hubo empate ;-))))

Finalmente unos correctos cafés.

Para beber, puesto que había que conducir, tomamos agüita fresca incluida en el menú.

El servicio correcto y educado pero tal vez algo desbordado.

Menaje correcto y funcional buscando una diversidad que fusionaba estilos y resultaba original y divertida.

Mesas de madera correctamente vestidas, todas ellas con una lamparilla encendida, la mayoría diferentes. Esos pequeños detalles que tanto me gustan...

La decoración del local resulta curiosa creando un ambiente cálido y acogedor. Os invito a visitar la página web www.restaurantelacabanadealarcon.es donde se puede ver que es un local distribuido en varias estancias que, quien intuyo es el propietario, tuvo el gusto de enseñarnos porque iban a celebrar una fiesta esa noche. Un señor muy simpático, amable y cercano, por cierto.

En resumen, un restaurante que bien vale una parada para probar buenos platos típicos locales contemplando la inmensidad de la naturaleza y de paso visitar el pueblo con sus vistas a los meandros. Ah! y además buena RCP!

  • Tarta de la tercia

    Tarta de la tercia

  • Pollo a la Alcarria

    Pollo a la Alcarria

  • Ajo cocido

    Ajo cocido

Alarcón en el mismo punto intermedio de la antigua N-III entre Madrid y Valencia es visita obligatoria por su maravillosa localización e increíbles paisajes.

Si tener más de 4-5 restaurantes (incluido Parador y Hotel-SPA), sin duda el mejor de todos los restaurantes es LA CABAÑA DE ALARCON, al que he tenido la suerte de ir dos veces, la primera vez por negocios y la segunda en un fin de semana, con los problemas lógicos de un lugar tan turístico (familias, niños, ruido, etc,…).

El restaurante tiene terraza-café en el piso superior y se ha abierto otra terraza externa para dar cabida a toda la demanda.

Desde la sala principal, la visión desde sus ventanales es soberbia (la luz entra a chorros) y su personalísima decoración ya te dice que no estas en el típico local de comidas para turistas.

De sus entrantes destacan, por supuesto, el morteruelo (muy suave y magnifico) y las zarajos (perfectos), mientras que los platos principales, cualquier propuesta de carne no defrauda (se agradece que el punto de la carne lo bordaran), sin que haya probado nunca la vertiente marítima.

Especial mención a los magníficos postres, la tarta de mousse de chocolate no tiene nombre.

Respecto al servicio de vinos muy básico, pero si bien antaño tenían denominaciones de otras provincias, actualmente únicamente sirven vino de la tierra, lo cual me parece una idea magnifica.

Si Alarcón merece una visita, comer en LA CABAÑA DE ALARCON es una obligación.

Lugar mágico, sin duda, donde está emplazado el restaurante, así como su decoración (arte de vanguardia, contemporáneo y clásico) y la luminosidad que llega al restaurante gracias a su gran ventanal desde el cual puedes divisar las hoces del río. Tambíen como no, el magnífico trato del dueño, Raul que con su humildad y buen estar hace que te sientas como en casa. Platos cercanos, sencillos con un sabor exquisito que se acercan muy bien a una excepcional relación calidad-precio. Recomendado 100%.

Lo mejor de este restaurante al que fuimos a cenar es su sala interior, decorada de forma atractiva y con una iluminación intimista. En la parte superior tienen una zona para fumadores donde se puede tomar una copa después de cenar. Elegimos un menú (24€) que permitía tomar dos entrantes y luego elegir un plato principal más una botella de vino. No preguntamos por el vino blanco que iban a servir (craso error) y, tras probarlo (era de una cooperativa de la zona) tuvimos que pedir que nos lo cambiaran porque estaba realmente flojo. Nos sirvieron, sin coste adicional, un Finca Antigua blanco (en la carta creo recordar que estaba por los 15€). La comida bastante normalita.

Lo mejor, la atención del jefe de sala, muy correcto y atento y el entorno. El precio es competitivo pero deberían mejorar la calidad de los platos.

El restaurante es una de la 3 o 4 posibilidades con que cuenta este bello municipio conquense para comer. El exterior está cuidado y la vista al interior de la sala atrae bastante. Una vez dentro hay una vista preciosa a las hoces y del rio que sin duda son lo mejor del restaurante. Paredes pintadas de rojo pastel y una especie de decoración antigua que parece que pretenda emular la decoración de un comedor familiar. Las copas son inapropiadas, la vajilla y cuberteria aceptables aunque no hay cambio de cubiertos entre entrantes y segundos. Hay una cierta masificación de mesas. La atención es correcta y profesional y el ritmo de la cocina bueno.

Los entrants basados en la cocina tradicional muy buenos (morteruelo y ajo cocido) pero en nuestro caso fallaron los segundos: pollo alcarria reseco y unas carrilleras de cerdo insipidas y con una salsa de tomate peor todavía.

La carta de vinos es corta e insuficiente pero los precios no se disparán, van desde los 9 euros de un Teatinos a los 18 de un finca estacada varietales. Por lo menos puedes probar algo de la Ribera del Júcar, nosotros escogimos un tres de cinco (12 euros) de Casa Illana que resultó algo alcoholico pero bueno. El servicio del mismo se limita abrirlo lo que no extraña viendo las copas.

Los precios no se disparan y algo de agradecer ya que la cuenta subió a 50 euros 2 pax.

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