Llegamos por casualidad un sábado loco, a las 14:50 y sin avisar.
Restaunte céntrico, lleno hasta la bandera, sólo quedaba una mesita exprimida entre el pasillo y una pared... fin de semana con motociclismo en Cheste y Tenis en el nuevo Ágora.

Nos aventuramos y aceptamos el huequecito. El local es agradable, acogedor, bien acondicionado pero algo pequeño para el éxito que tiene. El servicio parece atento, no obstante poco evaluable ya que la situación era un poco frenética. Tardaron bastante en atendernos, pero lo hicieron de manera amable, disimulando con clase las prisas y el agobio.

La carta es muy sencilla, entrantes frios, calientes, carnes y pescados... Alguna sugerencia del día y nos ponemos en marcha.

Primero croquetas de ibérico y, 20 minutos despues, pulpo a la gallega sobre lecho de patatas. Su más que aceptable cantidad y buena preparación maquillaron la tardanza.

Solomillo con salsa de boletus e ibéricos para uno, Rabo de toro para el otro.
El rabo de toro estaba buenisimo, con una salsa muy jugona que maridaba perfectamente con el Cambra 1 que elegimos. Garbanzitos muy buenos.
El solomillo cocinado al punto, muy bueno y jugoso, la salsa curiosa, para limpiar el plato con el excelente pan de pueblo que sirven.

Postre para compartir bastante normalito, la clásica tarta de queso con arándanos, una bolita de helado le daba mucho juego.

Cafés y al Tenis bien llenitos. La cuenta la pagó mi colega, la próxima intentaré adelantarme para poder comentar la RCP con más propiedad.

My family and I are from Australia, and we ate at Leixuri while on a trip to Spain almost a year ago. We went there on a friend's recommendation, and so so glad we did!! The staff were absolutely amazing (Sorry it's taken me this long to write this review!!!!); so friendly and helpful. The seafood entree was so fresh and tasty, and the taste of the main fish au gratin is still in my mouth, it was that good! The dessert was also fantastic, I have tried to make it at home since, but it will never be as good as the original - traditional Basque apple tarte. Fabulous! Despite how great the food was, I think in the end, it was the friendliness of the staff that made that night so awesome. Thank you thank you thank you!!! I will definitely be coming back if I am in Valencia again!!

Ya hacia tiempo que no visitaba este restaurante pero volvi a salir satisfecho. Muy bueno el atadillo de vieira, muy buenos los chipirones en su tinta, excelente el entrecotte de buey. Bebimos Protos, auque el servicio del vino flojea un poco, los postres fueron correctos.. volvere

He comido y cenado mucho este año aqui, y siempre he salido satisfecho, con el estomago lleno y una sonrisa en la boca. Comimos 30 personas el 23-11-2008 e hicimos la comida de empresa el 12-12-2008. Respecto de la primera me remito a un post anterior, yabque cerramos el menu, que fue sobresaliente. En cuanto a la comida del dia 12, bebimos champagne de entrada, si bien luego nos pasamos, el sector duro, al Pintia, y el suave, a Les Terrasses. Creo que ambos son suficientemente conocidos como para añadir nada. Para compartir almejas en salsa verde (para chuparse los dedos), ensalada de bogavante (siempre notable), atadillo de vieira (mi debilidad) y boletus con no sé qué (ni me dejaron). De segundos, compartimos el chluleton de Guernica bien crudito (sensacional), y me llegaron excelentes cometarios del besugo al horno, del bacalao, del solomillo con torta del Casar, en fin, de todo. Postres variados (clasico atadillo) y cubatas a reventar, incluso pedidos por acoplados de ultima hora. Todo por 90 euros. Muy bien.

Es un restaurante con estilo propio, puesto que no es tan solo un buen restaurante de cocina vasca; además tiene platos imaginativos y sobre todo una materia prima de primera calidad, tratada adecuadamente y con cariño por una familia especializada y muy profesional.

Tomamos unas anchoas rellenas que no puedo describir por lo exquisitas. Otros entrantes: Alubias con guarnición completa, chistorra con pimientos de Guernica,...

Los segundos se repartieron entre: Auténtico mero, besugo (exquisito) y bacalaos.

Memorables la leche frita y la tarta de manzana estilo Tatin.

Magnífica bodega descrita en una de las mejores cartas de vinos de Valencia. Tomamos un Guitián de uva Godello fermentado sobre lías; conocido y alabado, pero no encontrado en Valencia en ningún sitio.

Magnifica cena degustada el pasado sabado 4 de octubre para 12 personas. Habiamos cerrado un menu con copa incluida a razon de 60 €/p, opcion recomendable en cenas de estas caracteristicas. Cuatro entrantes, el clasico atadillo de vieira (excelente), crujiente de morcilla (notable), revuelto de bacalao (aceptable, muy difuso el pescado) y los siempre excelsos chipirones en su tinta. De segundo, a elegir, para los carnivoros, carrilleras de ternea o entrecot de buey (ambos resultaron sobresalientes, a decir de los comensales) y entre los pescados, opte por bacalao con una ligera capa de mayonesa horneada (delicioso). Bebimos 3 o 4, no recuerdo, botellas magnum de Protos Crianza 2005, francamente bueno, muy bien integradas madera y fruta (ciruela), goloso, con fondo algo tostado. De postre nos sirvieron los selectos postres de la casa, tarta tatin, tarta de queso con arandanos, queso frito y atadillo de chocolate y platano. Gin-tonic o whisky, segun comensal, y todos contentos y satisfechos de marcha a sitios inconfesables. Una vez mas, un acierto, con precisa atencion a la mesa por parte del personal.

Este inesperado rinconcito vasco en el corazón de Valencia nos sorprendió ,tanto a mí como a mi novio, por su variedad en la comida ,su agradable entorno y el especial trato recibido. Me gustaría destacar entre otras especialidades su espectacular caldereta de bogavante y rodaballo, así como el rabo de toro, acompañado por un Summa Varietalis.
Lo recomiendo a los amantes de la gastronomía.

Sin duda, volveremos a visitarlo pronto.

Restaurante típico que no pretende sorprender con su creatividad, solamente con unos mágnificos guisos como marmitaco, pochas con almejas o rabo de toro en salsa. Todo ello muy clásico pero si está bien cocinado (como es el caso de Leixuri) la cosa es para chuparse los dedos. Los postres flojean un poco pero dan la talla.
La pena es que las mesas están muy juntas, el servcio de vino es inexistente y el personal está desbordado. Quizás deberían ampliar la cocina y reducir la sala. La carta de vino sin ser espectacular tiene un buen surtido a precios razonables.
Por otra parte hay que añadir que aunque el personal tenía mucho trabajo siempre estuvieron atentos y con simpatía

Es uno de los restaurantes típicos vascos en valencia, resulta que una de nuestras visitas, por cierto la última, fué un gran desastre la comida por la circustancia siguiente, una de las calderetas de pescado y bogavante echaba una peste espectacular a AMONIACO llamandola a la gerenta y montando un cuadro en medio del comedor con un bogavante en cada mano moviendose y diciendo que el mio estaba vivo, y sin embargo no se podia ni oler de la peste a AMONIACO de nuevo, ya que estaba pasadisimo de tiempo, sin nada mas que decirles, no he vuelto a este restaurante tan típico, me cobraron los platos íntegros me fuí a medio comer osea un gran DESASTRE. muy MALOS y RIDICULOS.

Restaurante con mayúsculas. Después de varias experiencias de rest. de producto y de origen vasco en la zona de Valencia, cabe afirmar que leixuri es el mejor de todos los de la zona.
Su ensalada con perdiz escabechada (10 puntos), su chistorra con queso, deliciosa, contundente; las cigalitas, perfectas de punto de cocción, producto de primera.
A continuación, un mero, antológico, sublime.
Dos packs, con cava, agua, un postre (tarta de manzana delicada, con una manjarosidad profunda), cafes....139 euros. Muy corrrecta R.C.P.
Buena carta de vinos. Buena separación entre mesas. Corrección y rapidez en el servicio.

Altisimamente recomendable para los amantes de la buena materia prima y las raciones generosas.