Restaurante Leixuri en Valencia
Restaurante Leixuri
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Precio desde:
20,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Vacaciones segunda quincena Agosto
Nota de cata PRECIO MEDIO:
49 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.3
Comida COMIDA
7.3
Precio medio entorno ENTORNO
5.6
RCP CALIDAD-PRECIO
6.9
Opiniones de Leixuri
OPINIONES
31

Acudimos ayer domingo a mediodía a comer previa reserva;mejor así, el local estaba lleno.
La separación entre mesas es inexsitente, el trato correcto así como la cubertería mantelería y coperío.
Carta de vinos suficiente pero a precios exagerados; optamos por un Matarromera 2004 a 28 € más IVA, 12 € sobre su precio en tienda, pero en general todos los vinos estaban bastante cargados.
Servicio de vino que se limita a abrir la botella y dejarla sobre la mesa.
Extraordinaria la terrina de foie (17 € más IVA), y muy normalito el chuletón de buey (42 € más IVA Kg, -nos cobraron por el peso 50-).
Lo cierto es que la opción carne no parece ser la mejor.
Lo dicho, mas dos cafés y cuatro orujos Martín Codax, más de 126 €.
Si, 126 €; cobrando el pan tostado que te sirven con la terrina a 4 € más IVA, y 14 € más IVA por los cuatro orujos.
Carísimo. Sensación de "clavada"; pagas mucho más de lo que te ofrecen.
No tienen ni un detalle; en este sentido, deberían tomar nota de otros restaurantes como por ejemplo la Montaraza.

Acudimos el sábado noche con un poco de miedo a que estuviese demasiado lleno y fuera incómodo, la verdad es que no fue así. De entrantes, la mayoría fuera de carta, pedimos berberechos al vapor y boletus con jabugo. Ambas cosas espectaculares. Me quedé con ganitas de probar las navajas, las guardo para la próxima vez si las tienen frescas.

De segundos, pescados frescos ambos, un mero al horno con ajetes, muy bueno, quizá demasiado horno y un poco seco, y yo ventresca a la plancha, en su punto.

Un enate blanco1,2,3, un par de cañas, y licores. Cuenta total 100 euros. Cena agradable y comida excelente, se pagan agusto.

Como donostiarra que soy es muy grato poder comer ciertos platos de cuchara perfectos Es para mi el unico que sabe tratar como en Donosti la carne el pescado y la cuchara yo cuando ando cabreado me voy a que me de de comer lo que quiera Arantxa. El servicio como el nuestro y el trato como nos gusta a los guiputxis me siento en mi tierra

Como donostiarra que soy es muy grato poder comer ciertos platos de cuchara perfectos Es para mi el unico que sabe tratar como en Donosti la carne el pescado y la cuchara yo cuando ando cabreado me voy a que me de de comer lo que quiera Arantxa. El servicio como el nuestro y el trato como nos gusta a los guiputxis me siento en mi tierra

Podría aspirar a ser el mejor rest. Vasco de Valencia si no fuese por las deficiencias en el tiempo de espera (tardaron 75min. en servir la primera entrada), la falta de carta de vinos (solo 2; tiempo de espera 20min de media por cada vino), el espacio entre mesas es nulo y la acustica del local en parte penalizada por la relacion comensal/m2.
La preparacion de los platos va mas alla de un Vasco normal (atadillos y foie a resaltar) así como los postres. No recomendable el chuleton (poca carne para la relacion €/kg). Pescados muy buenos. La carta de vinos si es que os llega es de las mejores en relacion cantidad/calidad.
Conclusion: si a pesar de todo quereis probadlo, evitad el fin de semana. Os estropeara la velada.

Después de leer las críticas en la página y después de pasar durante años por la puerta nos decidimos finalmente a probar suerte y la verdad es que salimos encantados. La terrina de foie casero excelente, los atadillos muy buenos. El pescado perfecto y las kokotxas de merluza deliciosas (además hacía mucho tiempo que no las comía). Postre y un Lurton y Belondrade para un total de 120 euros. Entre los peros, el tiempo de espera sobretodo porque hay pocas cartas de vino y para los no fumadores puede ser un problema la no separación de espacios. Por lo demás, un restaurante para tener en cuenta a la hora de elegir buena comida vasca

Domingo al mediodia y no cabe un alfiler , sin reserva muy dificil encontrar mesa , este es el rte vasco favorito de mi mujer ,lo cual me obliga a visitarlo asiduamente y muy gustosamente.Jamas he salido decepcionado , recomiendo la terrina de foie (posiblemente la mejor de valencia) , la caldereta de rape y bogavente , los atadillos y las ortigas de mar rebozadas (plato muy curioso y poco comun) , tiene muy buena fama la tarta de manzana exquisita.La carta de vinos notable y la cristaleria acorde.

Viernes noche, lleno hasta la bandera,¡buena señal!. Local confortable y con encanto, pero con mesas demasiado pegadas unas a las otras. Servicio un poco lento. La verdad es que me apetece de vez en cuando cenar en lo que mi percepción define como un restaurante clásico donde las raciones nada timoratas hacen que uno quede satisfecho con la calidad de las materias primas. Buen bacalao al pil pil 15 €.

Autoservicio de vino.
Carta suficientemente extensa y a temperatura correcta, quizá un poco baja.Tomamos Martinet Bru 24€, y Chivite colección 125 aniversario 33,5€, Gramona imperial 24€.
50 €, persona con copa incluida, Considero adecuada rcp. Repetiremos

A las 14,30h. restaurante hasta los topes. Cocina tradicional a base de carne y pescado. Arantxa es un aliciente en la sala, y trata con cariño y dulzura a sus clientes. Buena carta de vinos, cristalería Schott. Aunque la materia prima es buena, no acabo de encontrar equilibrio con los precios. Pedimos El Rincon, que no fue tratado adecuadamente. Opción para los que busquen un restaurante muy clásico.

El servicio de vino muy bien, una buena bodega y una cristalería adecuada, en cuanto a la comida, es la primera vez que he ido a un restaurante vasco y he salido con hambre.

Después de los entrantes, pedí un plato de rabo de toro y me sacaron un plato enorme y profundo de porcelana fina con el anagrama del restaurante en dorado, muy bonito, pero el contenido de este magnifico plato eran cuatro tristes trocitos de rabo de toro perdidos en el inmenso fondo del plato, la impresión fue lamentablemente patética. Para el que no lo conozca, el rabo de toro consiste en un hueso con unos pedacitos de carne alrededor, por lo que de los cuatro trocitos de rabo pude extraer una cantidad ínfima de carne que estimularon mis glándulas salivares, pero no llenaron el estomago, por lo que acabe mas hambriento que cuando empecé.

Así que lo dicho, si os gustan los platos de porcelana fina, con alimentos elaborados y decorados, pero en cantidades minúsculas y a precios abusivos, este es vuestro restaurante.

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