Factura del restaurante ¿Qué os desagrada más?

Muy bien!
Yo hago eso y mi marido se muere en la mesa misma, pero si fuera x mi seguro que lo hago...

jajaja... bienvenido al foro, has tocado un tema ampliamente debatido por aquí.
Solo te diré que me han llegado a poner pan en una pizzería para acompañar la Pizza.

Bueno,…. si vieras a Manuel un día que sube al autobús y le pregunta al conductor, ¿cuánto vale este autobús?
El conductor de contesta que 50 céntimos, y Manuel muy serio dice a gritos, que se bajen todos que me lo quedo.
Es que tiene un morro.

Hola, soy el propietario de este establecimiento y me ha llamado mucho la atención su comentario.Siempre intento encajar de forma costructiva las diferentes críticas que pueda tener mi negocio, es la única manera de evolucionar y mejorar. Mis compañeros cantan las cosas que están fuera de carta al no poder incluirlos en la carta por que el precio varía según el precio de mercado, no me parecería justo cobrar un genero igual todo el año cuando en ocasiones está más barato, los vinos los vamos rotando con mucha frecuencia por lo que no creemos conveniente tener una carta(por cierto, no me gusta el pesquera y nunca lo hemos tenido,aclaro) , los vinos , por otra parte están perfectamente conservados en sus correspondientes cavas, los que están expuestos jamás se sirven al cliente; si la terraza no tuviese ningún coste,no sólo el espacio ocupado, sino de moviliario, personal etc, no tendríamos que poner el incremento correspondiente, pero como no es así, lo tenemos que poner, en cuanto a los precios sin iva,no es cierto que los precios estén sin iva, el iva viene perfectamente desglosado en la factura y el precio final del producto es el precio de carta, por lo que creo que no observó o omitió este aspecto, en cualquier caso si usted se llevó esta impresíon de nuestro estableciento lo sentimos mucho y haremos todo lo que esté en nuestras manos para evitar este tipo de situaciones, un saludo, gracias.

Vaya, creo que 2 años y pico después está un poco fuera de tiempo pero en fin...

Nada, aquéllo fue mi experiencia y cuento lo que viví (y además he ido varias veces, no era precisamente la primera).

Sigo reafirmándome en que el IVA, al menos en 2010, no recuerdo que apareciera en la carta sino que se aplicaba luego aparte y el suplemento de 8% por terraza venía en pequeñito debajo... no sé cómo estará ahora ya a finales de 2012 pero si comenté aquéllo fue porque me llamó la atención y porque estoy habituado a precios finales con IVA (siempre desconfío mucho de cartas o de PVP sin IVA pues me parece un poco una argucia para intentar aparentar que algo es más económico cuando finalmente va a salir más caro). De todas formas, aquí si ya está el asunto solucionado, perfecto pues legalmente debe aparecer el precio final de toda tapa, ensalada, plato, etc con su precio final (IVA incluído).

Y luego el tema de las cartas cantadas, se puede cantar el producto y su precio, será S/M (según mercado) pero el precio se sabe ya a las 22:00h (no creo que haya que esperar hasta las 23:30h, al acabar la cena para consultarlo). Igual que se acuerda el compañero de cantar producto, puede cantar producto y precio. Al menos ya no tengo problema en ello pues, donde voy y me cantan, si no cantan precio hago cantar precio y, si no, declino ofrecimientos fuera de carta.

Y sobre Pesquera, quizás me falle la memoria, pero sí recuerdo Pago de Capellanes, Mauro y vinos que no son precisamente de precio económico en tienda, por lo que en restaurante pues bastante más. El más económico que recuerdo creo que era Azpilicueta Crianza (que era el único que con sus 14 euros/botella se podía más o menos pedir sin miedo).... pero le hablo de memoria más de 2 años después, habiendo comido y cenado fuera cientos de veces en decenas y decenas de restaurantes desde la vez que fui a su establecimiento...

Entiendo que ofrezcan cosas fuera de carta, pero siempre dando un precio aproximado. Sé que en los años de la burbuja estaba feo hablar de dinero, decían que era de mala educación (los mismos maleducados de guante blanco que se han llevado la pasta en Bankia, que han ti-ma-do con preferentes a abueletes y que se lo han llevado crudo a sus paraísos fiscales), pero ahora le aseguro que lo que palpo en la calle es todo lo contrario: el dinero es primordial porque no nos sobra a nadie, cuesta mucho de ganar algo y, por tanto, adaptándose a las circunstancias, creo que no debe dar vergüenza ya dirigirse a un cliente sugiriendo unos "tenemos unos lomos de atún rojo fantásticos.... por unos 16 euros" (es un ejemplo, no recuerdo su precio exacto). Así es mucho mejor pues si el cliente acepta nadie se lleva a engaños y se evitan problemas con la cuenta final.

En cualquier caso no pienso discutir más allá un comentario o experiencia que tuve en un (su) restaurante hace más de 2 años (sí recuerdo que fue en Septiembre de 2010). El sabor de boca que me quedó fue algo agridulce aquella noche y no crea que no me apenó pues tienen muy buena cocina, un muy buen atún rojo, un jamón ibérico de bellota de primera categoría, buen marisco y muy buenos vinos, además de muchas otras tapas ricas como las tortitas de camarones y las frituras,...

Me alegra su actitud constructiva final pues creo que es de sabios mejorar día a día: es beneficioso para el restaurador y lo es para el cliente.

Un saludo y gracias por encajar también las críticas. Le honra.

Mire usted señor restaurador, hoy en día cuando todos los precios están metidos en un PC, y una impresora láser cuesta menos de 100€, el no ofrecer a sus clientes una cuartilla con los platos del día, y la carta de vinos actualizada y debidamente valorada, son ganas de hacer mal las cosas.
Y todo lo otro son ganas de marear la perdiz.

Pues tienes toda la razón Gran Jefe :)

Yo no he querido meter el dedo en la llaga con este tema: la falta de actualización tecnológica todavía de muchos negocios, que trabajan como si estuviéramos en los años 70-80 cuando estamos a finales de 2012 y, como bien dices, cualquier impresora láser de calidad suficiente, vale probablemente poco más de lo que yo pagué por ir la última vez a cenar. Con eso sería suficiente para tener unas cartas de comida/bebida/vinos decentes y les evitaría problemas.

Yendo más allá, el hacer las cosas usando la tecnología les permitiría tener pruebas fehacientes del paso de los clientes por el restaurante, facturas detalladas a ordenador y todo almacenado: fecha y hora del pago, detalle de todo lo pedido/tomado...

Hay sitios donde, desde hace ya unos cuantos años (minimo 7-8), llevan PDAs, mini-tablets o smartphones preparados para tomar nota y va todo: fecha, hora, mesa, camarero que atiende, bebida, comida, nº de raciones de todo y todo queda volcado/registrado en un ordenador vía conexión WIFI; los pedidos van directos a los camareros encargados de servir la bebida y a cocina para empezar a preparar con la máxima celeridad. A la hora de pedir la cuenta está todo claro y registrado, por supuesto desglosado el PVP y su IVA correspondiente.

Creo que a veces hacer las cosas como en la Edad de Piedra no es por falta de dinero para cambiar el método ni falta de posibilidades tecnológicas: parece que es más una baza para hacer como que el tiempo no pasa, seguimos con la nota a boli, la cantada de viva voz y, por consiguiente, todo ello va a favor de la ambigüedad en precios, cantar platos sin saber el precio de los mismos, hacer notas a bolígrafo (sin factura oficial) y jugar un poco con la picaresca de, quizás, luego no declarar todo lo que se ingresa si el cliente paga en efectivo (si es con tarjeta no hay forma de ocultar nada)... porque si no, no me entra en la cabeza que un negocio que puede tener un control férreo usando tecnología informática y de telecomunicación, no lo haga pues todo son ventajas: control total de stock de producto, control total de precios de proveedores, precios de venta al público, impuestos, clientela por días/franjas horarias/fechas señaladas, mesas más ocupadas, platos y vinos más solicitados (con datos cuantificables y que pueden hacerse análisis estadístico para saber qué platos se piden más en según qué fechas, qué vinos y bebidas se piden más, etc). Ese control pienso que puede servir mucho al empresario para manejar su negocio, mejorar la gestión, ver en qué falla y ver en qué lo está haciendo bien, sirve para ver si un plato triunfa más o si, por el contrario, no lo pide nadie,... incluso si un vino nadie lo pide, si tiene que decirle NO a la bodega, tener datos fehacientes del por qué no le pide más ese vino a una bodega concreta... es decir, poder modificar en un momento dado su política de negocio no basándose en evidencias empíricas cualitativas (a veces subjetivas) sino en datos objetivos y matemáticamente cuantitativos y cuantificables.

En fin, como dices, es todo marear la perdiz porque a veces parece que interesa manejarse en la ambigüedad y en el inmovilismo tecnológico (basado en la máxima de si algo que se ha hecho así siempre ha funcionado por qué cambiar, pero si así fuera estaríamos aún cazando Mamuts con el taparrabos y la lanza).

Pues eso Juanjo, en la mayoría de negocios tratamos de facilitar la vida al cliente, pero algunos aún no se han enterado, se quejan de falta de clientes y le echan la culpa a la mala suerte y a la crisis, que parte de culpa tiene, pero si encima no miman a los clientes, se les junta el pan con las ganas de comer.