Sobre los aromas de algunos vinos populares

Hay ciertas características organolépticas que, me parece, ayudan mucho al éxito de un vino tinto. Me estoy refiriendo a cierto ramillete de aromas más o menos artificiosos que no sé si soy capaz de describir en términos que se entiendan: algo así como frambuesas y moras maduras y flan de caramelo arropados por tostados de madera. El representante más notorio de lo que quiero decir sería el Viña Albalí Reserva. Le sucede algo similar al Illera Crianza y me parece que estas características han tenido cierta influencia en el éxito popular (poco más de una decena de años, no lo olvidemos) de los vinos de la Ribera del Duero, que muchas personas consideran más amables y aromáticos que los tintos riojanos en general.

Tomando sólo las últimas dos o tres semanas, he encontrado estos aromas de forma notoria en los siguientes vinos: Clos Gebrat 2000 (éste se supone que no pasa por roble), Torremilanos Cza. 98 (no en absoluto en una botella del 97, que me gustó mucho más), Pesquera Cza 98 y Ágora FB 2001.

Pues bien, pregunto a quien buenamente pueda orientarme y si le apetece hacerlo: ¿de dónde vienen estos aromas?, ¿quizá de las levaduras, del barniz de las barricas, del tostado del roble americano?, ¿acaso su origen es diferente en cada vino?

Saludos muy cordiales. Jesús

PS: Por supuesto, no quiero decir que todo aroma de frutos rojos maduros o de caramelo tostado sea artificioso, sino que a veces aparecen de modo tan evidente y en vinos tan alejados entre sí que me hacen pensar en un proceso estandarizado de incorporación de los mismos al vino. Ni siquiera descartaría que en algún caso incluso se añadan agentes aromatizantes directamente al vino, por muy prohibidos que estén.

PPS: Agradeceré tanto eventuales comentarios de foreros que hayan detectado, al menos en parte, esos aromas (porque así descartaré que se trate de imaginaciones mías), cuanto de quienes puedan aclararnos alguna cosa sobre el origen y las características del asunto. También serán buenos para el foro los comentarios que se limiten a señalar mi empanada mental y mi ignorancia enológica pero ésos no los agradeceré demasiado, la verdad.