Hace tiempo que no tengo ninguna sobre esta cuestión y no hay duda de que el

Hace tiempo que no tengo ninguna sobre esta cuestión y no hay duda de que el neuromarketing conoce perfectamente los entresijos de nuestra mente para vender lo máximo posible.

Por ese motivo me parece necesario, y lo más coherente, catar los vinos a ciegas para evitar sugestionarnos por la etiqueta, algo que deberían hacer todos los críticos para puntar con imparcialidad y transmitir la realidad del mercado y de los vinos que están en el mismo, evitando que ciertas etiquetas repitan año tras año sin que se cuestione la calidad de cada añada.

Por último añado que el vino cuanto más caro mejor nos sabe, me incluyo en este grupo, y si encima no lo pagamos nosotros mejor todavía jejeje. Pero es cierto que si la botella sale de tu bolsillo creo que hay una tendencia a justificar el dinero pagado buscándole bondades al vino, mientras que si estás invitado se tiende a ser más crítico y  a ver si realmente vale lo que cuesta.

Un saludo.