Buenas tardes, Decirte primero que yo tampoco estoy segura del Universo,… buena

Buenas tardes,
Decirte primero que yo tampoco estoy segura del Universo,… buena frase.
No sé si con mi respuesta voy a caer en los eternos tópicos, pero valoro en un gran vino por encima de todo las “caudalías de placer que me proporciona, le exijo que me emocione.
Después está la parte técnica, en la que poco te puedo instruir porque sabes de qué te hablo: equilibrio, redondez, persistencia, complejidad, buena intensidad… y que se sus características organolépticas se correspondan a la maduración que tiene (si la tiene), me explico con un ejemplo: a veces abro vinos con 15 meses de crianza en madera y 5 años de maduración en botella, y parece que han pasado por él 10 años en vez de 5. En ocasiones la responsabilidad de esta falta de coherencia es del vino, y en otras es nuestra por no saber evaluar los puntos óptimos de maduración, y abrimos los vinos precipitadamente o tarde.
Con esto no quiero decir que para mí un gran vino es sólo aquél que ha estado en contacto con la madera y que tenga tiempo de maduración en botella, ni mucho menos, era un ejemplo para ilustrar la coherencia con el tiempo que necesito que me demuestre un vino.
No sé si estás pensando que no hablo del precio. Lo considero importante, claro que sí, pero me cuesta poner precio al placer, sobre todo cuando en realidad no depende de él. En mi opinión, no siempre es directamente proporcional el precio de un vino al placer y las emociones que despierta, por eso lo dejo un poco a un lado.
Mis vinos preferidos son los del Marco de Jerez, en primer lugar, Champagne, Alemania, Borgoña, Galicia blancos. Tengo debilidad por la oxidación positiva.

Gracias por acompañarme esta tarde.
Un abrazo.