Un buen elaborador ha de buscar que su vino sea un fiel reflejo de las

Un buen elaborador ha de buscar que su vino sea un fiel reflejo de las características de la tierra de la que nace. En caso de Táganan Margalagua, el amigo Roberto Santana, que también es enólogo de Suertes del Marqués, es parte importante en este vino y con esa mezcla de variedades y en ese tipo de suelos los vinos son muy atlánticos, al fin y al cabo Tenerife está bañada por el atlántico.

Con respecto a los parecidos cada uno les puede sacar lo que quiera, yo creo que son vinos con mucha personalidad y que obviamente responden al estereotipo de vinos atlánticos, pero con estilo más delicado y mineral, con ese trasfondo volcánico (especias, pólvora, ahumados, salinos) que identifica a los vinos de la zona y que también encontramos en los listanes negros de parcelas de Suertes del Marqués.

¿Borgoña? Eso es ya otra cosa. Cuando alguien me dice que tal vino le parece Borgoñón yo siempre le respondo con lo mismo. ¿De dónde? No tiene nada que ver un vino de la Côte de Nuits, con uno de la Côte de Beaune, dentro de la primera nada que ver Morey con Vosne ni Chambolle con Gevrey, ni Nuits con Marsannay y en la segunda pues tampoco tienen nada que ver Pommard con Volnay, ni Savigny-Les-Beaue con Auxey Duresses.

Que a Roberto le guste Borgoña no implica que pueda hacer vinos como en Borgoña, eso es imposible, lo que hay que pedirle es que haga vinos fieles a su tierra y con su estilo. Y con Táganan Margalagua así lo ha conseguido, igual que con sus compañeros del proyecto y otros vinos como la Tinta Amarela de Extremadura o el Lousas Seoane, la mejor Mencía que he probado hasta el momento…